Yo no soy un gay. A propósito de James Baldwin.
En el año 2017, entre los nominados al premio Oscar como mejor película documental estuvo I am not your negro, largometraje dirigido por el cineasta haitiano Raoul Peck, producido en Francia y Estados Unidos. La película rescata el manuscrito del ensayo inconcluso del escritor James Baldwin sobre su relación con las grandes figuras del movimiento por los derechos civiles en Estados Unidos: Martin Luther King, Malcolm X y otros activistas no tan conocidos fuera de las fronteras norteamericanas. Pero no solo el manuscrito de Baldwin tiene relevancia para la película, sino que se muestran muchas de sus entrevistas televisivas y apariciones en las marchas por los derechos civiles de la población afroamericana.
Más allá de la significación que pueda tener el film para las luchas actuales contra el racismo y la discriminación en todas sus formas, el éxito de No soy tu negro (como se le ha llamado en los países de habla hispana donde se ha estrenado) significa el extraordinario rescate de un escritor medio olvidado por la mayoría de sus lectores y críticos.
¿Qué puede importarnos a nosotros, gente del primer tercio del siglo XXI, la historia de los negros norteamericanos de los años 50 y 60 del pasado siglo, contada por un escritor, negro y homosexual, que murió en 1987, desengañado por lo que consideró el fracaso del movimiento al que tanto se entregó?
La trayectoria artística y vital de James Baldwin puede iluminar esta pregunta.
Baldwin nació en Harlem, Nueva York, en una familia pobre de formación religiosa. En uno de sus ensayos dice: “Nací en una avenida muy ancha en Harlem, y en aquellos días a aquel trozo de ciudad se le llamaba el Hoyo, y ahora se le llama el Hoyo del Drogado”. Él mismo se hizo predicador apenas con veinte años, aunque pronto perdió, si no la fe, sí la convicción de que su destino estaba en el púlpito. Luego de recibir una paliza por un grupo de hombres blancos en el sótano de una terminal de autobuses, decidió emigrar a Europa a los 24 años. Algunos años después comentaría que temía no salir vivo de las tensiones raciales que se acumulaban en su país.
En un pueblo suizo donde era el único negro escribió su primera novela, Ve a decirlo en la montaña, en la que ya está presente su tema fundamental: las condiciones de vida de la comunidad negra de Estados Unidos.
Su tercera novela, El cuarto de Giovanni, se aparta de este tema y narra una historia de amor homosexual entre dos hombres blancos. Algunos críticos han visto en su trama una confesión y un ocultamiento al mismo tiempo; es decir, Baldwin pone en el papel la experiencia personal de su sexualidad, pero la oculta en sus personajes, tan distintos de él, al menos superficialmente.
Al parecer, ya había intentado fundir en una novela anterior el tema racial y el homosexual, pero resultó en un intento fallido.
En Europa descubre que ya no era tan importante ser un negro, y que había una tarea más importante para él: “La pregunta de quién era yo se había transformado, por fin, en una pregunta personal, y la respuesta tenía que encontrarse en mí”. Tal vez por esta razón no importa el color de la piel de los protagonistas de El cuarto de Giovanni.
Sin embargo, una decena de años después, siendo ya un autor célebre, vuelva a Estados Unidos y se integra a las luchas por los derechos civiles de los negros norteamericanos. Escribe: “Decidí volver allí (a Norteamérica) porque me asustaba”. Lo que ejemplifica bastante bien el carácter de Baldwin, un escritor que quiere ver las cosas de frente y con una especie de energía tranquila.
Participa en marchas, firma documentos, aparece en televisión, escribe ensayos sobre el tema. Su actividad le hace ganar mayor notoriedad y la amistad de los principales líderes del movimiento, pero también le proporciona enemigos nuevos, como el FBI y algunos de los miembros de la comunidad negra. Fue acusado de “traidor a la raza” por los más radicales, y el alegato principal era su homosexualidad.
El escritor mexicano José Joaquín Blanco, en su ensayo “James Baldwin y la escritura del fuego” señala:
Un negro que abdicaba del machismo del Puro Hombre Negro (como el Hombre Nuevo que se predicaba en esos años en Cuba), corrompía y ensuciaba a toda su raza, y mucho más si sostenía “diabólicas” relaciones amorosas o sexuales con los enemigos blancos (the white devils). ¡Se estaba entregando al Verdugo Blanco... y de la manera más “étnicamente innoble” posible! ¡Se acostó con muchos franceses blancos! […] Exasperó a los ultras del Black Power, de los Panteras Negras y de los Musulmanes Negros sólo el rumor de que la celebridad literaria negra hubiese amado en la cama a algún blanco (seguramente un italiano llamado Giovanni, a partir de una lectura cerril de El cuarto de Giovanni, según la cual la novela sería mera autobiografía vergonzante)”.
<a href="http://iguanadelojete.blogspot.com/2013/11/james-baldwin.html>Fuente
En su novela de 1979 Sobre mi cabeza (Just above my head), Baldwin logró al fin conciliar sus dos temas vitales en una sola narración: la historia de un cantante de gospel que sufre la discriminación por partida triple; por negro, por gay y por artista. Tal como la experimentó el mismo escritor en su país.
James Baldwin y Marlon Brando. Fuente
Ante la pregunta, que él mismo se hace, sobre si la homosexualidad es un asunto natural o no, encontró la siguiente respuesta:
Porque para Baldwin, tanto el problema racial como el sexual pasan por considerar el problema del hombre, la interrogante de si vivimos nuestras vidas con la suficiente dignidad, justicia y libertad. Y estas consideraciones van más allá de los aspectos legales, llámense leyes contra la discriminación o matrimonio igualitario; el fondo del asunto es si estamos dispuestos a considerar a los otros, a los que sentimos diferentes, no como víctimas o amenazas u objetos de burlas y abusos, sino como semejantes.
Yo no soy un gay, pudo haber dicho James Baldwin, soy un hombre.
Equipo de contenido original @cervantes.
Excelente post. Creo que la premiación a este documental sobre James Baldwin, así como la premiación de Moonlight como mejor película el año pasado, y otros ejemplos, son parte del cambio global en respuesta a la discriminación racial y sexual.
Es bueno que se traigan a la plataforma, especialmente en un venue tan importante como #cervantes, escritores de la talla de Baldwin. A la par de Ralph Ellison y Richard Wright (con quien, por cierto terminó enemistado por sus críticas a Native Son, el libro emblemático de Wright), Baldwin es de las figuras más influyentes en las letras norteamericanas de mediados de siglo 20.
En lo que respecta al tema sexual (no necesariamente de orientación sexual), justamente estoy trabajando en una serie de posts en torno a los linchamientos. Ida B. Wells en su Libro Rojo hace un tratamiento magistral del tema y deja muy mal parada a la cultura blanca, especialmente a los “macho men” americanos. Balwin le añadió lo suyo en sus ensayos, que es donde más se destacó (sin desmeritar, por supuesto sus novelas, obras y cuentos). En El chico negro mira al chico blanco, Balwin escribe que “ser un negro en América es también ser un símbolo fálico ambulante; lo que significa que uno paga, en su propia personalidad, por la inseguridad sexual de otros.” En una entrevista, añadía que los “macho men” necesitaban de los “maricas” para “representar una fantasía sexual en el cuerpo de otro hombre sin hacerse responsables de ello.”
Baldwin, con la candidez, erudición y prestancia que lo caracterizó, supo decirle a los americanos que no tenían derecho a poner a pagar a los negros los platos rotos de sus ansiedades heredadas (puritanismo), manifestadas en la heterosexualidad obligatoria.
Con este aporte el apetito de seguir leyendo sobre Baldwin aumenta. Iré tomando apuntes de los otros mencionados y estaré al pendiente de sus pots.
¡Saludos, @hlezama!
Balwin era de una gran elegancia, y eso se nota tanto en sus ensayos como en sus novelas (y en el único cuento suyo que he leído, "Los blues de Sonny"), donde podía ser incisivo hasta la acidez, lúcido y brutal, pero sin perder nunca una especie de distancia irónica, aun cuando se refería a cosas extremadamente dolorosas e injustas. Por cierto, su novela ·"Sobre mi cabeza" es una de mis favoritas.
Gracias por comentar, @hlezama.
Saludos.
Hay que apoyar a todas aquellas personas que son bi.
Y a las que no lo son, también.
Saludos.
Asi es Amigo, Saludos Desde Venzuela Humildemente
Ahora me tendré que poner a leer a Baldwin. Este análisis me hizo recordar a Yukio Mishima en su libro de Confesiones de una máscara, quizás por el mismo título ya se sugiere que de algún modo es autobiográfico. En el libro justo se narra un poco el despertar sexual de un niño, pero este niño se descubre atraído por otro niño lo que también lo vuelve en una exploración de su homosexualidad, tema por demás tabú en la sociedad japonesa. Esto contrasta mucho con el Mishima adulto que es conservador y de una vuelta al imperio Japonés. Bueno, me gustó mucho la similitud que encontré en eso, así que ahora a leer a Baldwin.
En "Sobre mi cabeza", Baldwin narra también el despertar homosexual de un adolescente, aunque la novela trata principalmente de la vida artística de su personaje y los conflictos a los que se ve sometido. En "El cuarto de Giovanni" la relación es entre dos adultos, aunque para el protagonista sea también una historia de iniciación, lo que trae también sus propios conflictos. Es una lástima que sea difícil conseguir las novelas de Baldwin en español. Si no me equivoco, "Sobre mi cabeza" no ha sido reeditado en nuestra lengua desde 1982. Pero, quien sabe, es posible que el revival de Baldwin traiga nuevas ediciones. Suerte en tus lecturas, y gracias por comentar.
Pues ojalá pronto estén las ediciones en español, sino tendré que batallar con la edición en inglés. Saludos!
No tenia idea de absolutamente nada de lo que decia este post..100% de aporte a mi cultura general. Muchas gracias
Si mi artículo ha despertado en ti un interés en estos temas, me alegra mucho, @claret. Te invito a que sigas explorándolos.
Saludos.
James Baldwin is a American novelist. I love his quote: “Love does not begin and end the way we seem to think it does. Love is a battle, love is a war; love is a growing up.”
"El amor es una batalla, el amor es una guerra; el amor es un crecimiento": es una buena definición de la actitud de James Baldwin sobre el amor. Siempre difícil, siempre un descubrimiento.
Gracias por comentar, @jkfarza.
Me parece tan acertada la nota que me agita algo en mi interior. Baldwin uno de los muchos grandes escritores. Muchas gracias
Gracias por tu comentario, @ferchemusico. Tanto la vida de James Baldwin como sus ensayos y sus novelas, despiertan un sentimiento de empatía poderoso; tal vez porque todo en él respira sinceridad.
Saludos.
Excelente artículo, lo cierto es que en la llamada lucha por los derechos humanos nos enfocamos en el sexo, la raza, la nacionalidad, pero no nos centramos en lo realmente importante LA IGUALDAD.
Cierto, @sexoycolor. Si partiéramos de la absoluta igualdad de derechos, muchas cosas se aclararían. Eso, en el aspecto legal. Lamentablemente, los prejuicios están tan arraigados que los cambios legales no bastan.
Gracias por comentar.
Saludos.
De su muerta a la actualidad han pasado ya 20 años, y los avances que hoy día existen con respecto a la época son considerablemente grandes y notorios, sin embargo muchos aun conservan la mentalidad cuadrada y continúan creyéndose Dioses para juzgar a los demás. Muchos fueron los años que este escritor lucho para defender su manera de pensar y de sentir, y es hoy en día un ejemplo para muchos.
Desde la muerte de Baldwin muchas cosas han cambiado, como bien señalas, @fmbs25, y muchas cosas permanecen iguales. Se han alcanzado grandes conquistas en los derechos de homosexuales y minorías raciales, pero el gen de la intolerancia y la discriminación no ha desaparecido y cada cierto tiempo reaparece a veces de manera violenta.
Gracias por tu comentario.
Saludos.
Excelente articulo, el tema del racismo es muy extenso y es algo que hay que hablarlo a diario para informar mas a las personas, por otra también es de suma importancia educar a las personas respecto a la homosexualidad para que puedan entender que solo debemos aceptarnos con las diferencias que cada uno tenemos.
Cierta, @valentinatattoo. Tendemos a creer que ya todo está resuelto con el racismo y la homofobia porque se han alcanzado algunos éxitos en el terreno legal (y no en todos los países), pero se olvida que la verdadera superación de esto vendrá con la aceptación de nuestras diferencias.
Gracias por comentar. Saludos.
Gracias por compartir un post tan rico en información cultural y literaria.
De nada, @evagavilan. Espero seguir publicando cosas que despierten tu interés.
Saludos.