Meditación breve N° 6 (Todo vuelve a su propio cauce)
El cada día da tanto que pensar, en el trabajo, en la calle, y no menciono el hogar porque este debería ser más bien el lugar de restauración y meditación. Hay tantas cosas que amenazan con desvestirnos de ensueños y desalentarnos de todas nuestras fuerzas, que somos héroes en lucha contra las seguridades, las mentiras, las leyes, contra aquellos que desearían ahogarse en aplausos pero sólo consiguen desdenes, y que mientras más tonta sea la gente más se alimenta su espíritu advenedizo. Quienes así actúan lo hacen por una sola cosa, terror al futuro.
Muchos piensan que por uno ser cristiano debe tener la sensibilidad de un árbol o de una piedra dura, y es todo lo contrario, el cristiano ha vencido el miedo y eso es una fuente renovada de acción y pensamiento. Porque que yo sepa a Dios todavía nadie lo ha vencido. Así que quienes así piensan deben recordar que en el trópico todo es armonía y muy pronto se recobrará ella misma cuando se vea perdida.