No sé qué más pudiera agregar en un comentario que ya no te haya dicho, jaja. Me hiciste sentir parte del paseo, como si también estuviera tomándome fotos y emocionándome en Miniso. Qué bonito es ver cómo un día simple puede convertirse en un recuerdo inolvidable cuando se vive con cariño y buena compañía.

Y lo del susto final… ay, eso nos recuerda lo frágil que puede ser todo, pero también lo fuerte que podemos llegar a ser cuando tenemos a nuestro lado a quienes nos cuidan y nos entienden.
Gracias por compartir algo tan real y tan tú.

¿Y… tienes alguna tienda imperdible que siempre recomiendes visitar allá? Quizás no pueda ir, pero estoy seguro de que le podré recomendar el lugar a otros en Maracaibo.