Excelente relato. Definitivamente, los niños no miden el peligro. Lo que comenzó como un juego de Amit y Rohan pudo haber terminado en desgracia, en caso de que la profesora Sabita hubiese fallecido por intoxicación. Por fortuna, el peligro se superó sin nada que lamentar. Me encantó leerte. Suerte