La honestidad es tan compleja que muchos de nosotros a pesar de esforzarnos en serlo podemos terminar claudicando, no me refiero tanto a tomar cosas que no nos pertenecen (incluyendo el marido de mi vecina) sino más bien con el sentido de la verdad, es tan subjetivo que casi siempre somos incapaces de verlo. Como dicen por ahí, mi verdad, tu verdad y lo que realmente pasó. Y como reflexión para nuestros países Latinoamericanos, he visto niños absolutamente pobres devolviendo cantidades de dinero que podían haberles arreglado la vida en un momento, con el simple pero poderoso argumento "lo devolví porque no era mio, mi mamá me lo enseño", me pregunto ¿qué les habrán enseñado sus madres a los "honorables" funcionarios del Estado y demás políticos, que roban con tanto descaro y dejan sin futuro a tantos niños?