¿Debo golpear a mis hijos para que aprendan?

Algunos los enseñaron con correazos, otros con chancletazos, a otros con palabras, unos hicieron las cosas bien, otros culpan a sus padres de traumas emocionales, en fin, a pesar de que hoy en día se habla de que no hace falta golpear a sus hijos para que “aprendan” hay quienes opinan que es la mejor manera.

Hoy vengo a hablarles desde mi experiencia como madre.

Cuando decidí traer un hijo al mundo, fue algo que desee y que busque por todos los medios ya que presentaba una endometritis que me impedía quedar embarazada, lo cierto es que en esa búsqueda, leí muchas revistas y libros, me documente. Y cuando ocurrió el milagro de ser madre, he solo aplicado metodologías y técnicas aprendidas, que hasta hoy me han funcionado. Así que mi respuesta a la pregunta del título es definitivamente NO.

Imagínate un mundo en donde golpees a tus empleados cuando cometen un error, o golpees a una cajera en un supermercado porque te respondió mal, imagínate que fuésemos por el mundo golpeando a la gente para que “aprenda”. ¿Te parece algo positivo y enriquecedor?, ¿te parece un mundo en el que deseas vivir? Igual pasa en tu hogar con tus hijos.

Estudie dos años de comunicación Social e hice teatro varios años de mi vida y aprendí con certeza el poder de la comunicación verbal o no verbal, puedes con unas simples palabras incluso, marcar la vida de alguien.

Cuando un niño forma una rabieta es porque necesita ser escuchado y busca respuestas. Los niños andan siempre en la búsqueda de algo, a veces hasta se les llama bruto, pero no reaccionamos que los brutos son, quienes no entienden que un niño no puede saber lo que sabe el adulto, porque está comenzando a vivir. Siempre buscarán una respuesta y ahí es donde tú como madre o padre debes actuar.

Cuando me preguntan en la calle como hago para salir de compras con mis hijas sin que me pidan cosas o me hagan berrinches, ya que desde que tienen un uno y dos años salgo con ellas a todos lados, pues simplemente les digo antes de salir a donde vamos, que haremos y cuanto aproximadamente será el tiempo que estaremos fuera. Ese es mi secreto, ellas van sin dudas sin incertidumbres, siguiendo los pasos,” tachando lista”, seguras y confiadas. Y obviamente yo cumplo a cabalidad la planificación.

Con todo esto no digo que soy mejor madre que cualquiera, pero sé que hasta hoy mis hijas son niñas sanas, jamás me han formado berrinches de ningún tipo, son seguras de sí mismas, siguen siendo niñas, no son perfectas, pero cuando algo sucede ellas acuden a mí con confianza para resolver el problema y no empeorarlo. Igual tienen sus castigos y ya identifican mi tono de voz cuando algo está mal o bien.

Fotografias: @kristeljanissa

te veo en mi proximo post...