UNA CALLE VACIA A LAS ONCE DE LA NOCHE
Me apasiona estar aquí, al frente tuyo, frente a tu hermoso rostro, frente a ese lindo lunar que tienes cerca de tu ceja izquierda color marrón claro, frente a esos dos ojos café oscuro con su gran pupila abierta, exitada de emoción, estoy feliz de poder mirar tu sonrisa, esa melancólica sonría que en su interior tiene unas bellas perlas blancas que relucen sin ningún pesar, estoy feliz de estar aquí parado, sin importar el frío, sin importar que pierdo la noción del tiempo cuando observo tus hermosas orejas, un poco curvas un poco redondeadas, pero perfectas, estoy feliz de oler el aroma de tu cabello cada vez que te rosa el viento, estoy de feliz de poder mirar tus labios con un rojo pintalabios un poco corrido, estoy feliz de estar aquí, parado enfrente tuyo, en este solitario rincón, en este frío lugar, sin importar que sea una calle vacía a las once de la noche y sin importar que me estés ofreciendo tus servicios de dama de compañía, sin importar que seas una mujer del mundo, una mujer que todo hombre quiere tocar y conocer, una mujer que todo hombre desecha en la cama, una mujer que no tiene ya ningún rincón oculto en su cuerpo, pero yo estoy feliz, de estar aquí parado, aquí enfrente tuyo, porque yo, yo ya conozco tu alma.