¿Qué podría pasar?
Si tomamos nuestras propias decisiones. Si te levantas por la mañana y dices “hoy va a ser diferente; hoy voy a ser diferente”. Dices esas cosas que te oprimieron el pecho durante los días pasados. Decides llamar al amor de tu vida y decirle que le amas con locura. Si decides tomar ese bus o ese avión para verte con alguien especial. Llamas a tus padres después de tanto tiempo sin hablarles. Das por terminado ese conflicto de años. Si decides perdonar ¿Qué podría pasar?
Si te levantas y decides dejar de mentir. Si decides ser tú mismo. Si decides amar y no odiar. Si decides vivir el hoy. Empiezas a vivir para servir. Si te vuelves el ejemplo que tus hijos necesitan. Si tomas el control de tu vida. Si te haces responsable ¿Qué podría pasar?
Si dejas de buscar culpables. Si dejas de lamentarte. Si dejas de tomarte todo a pecho. Si dejas de planear y comienzas a hacer. Si dejas de fijarte en el punto oscuro en la pared. Si dejas de ver el vaso medio vacío ¿Qué podría pasar?
Si estás inconforme con tu presente ¿Por qué abstenerse de intentar algo distinto?