Las aventuras de la joven Walter
Alcé mis ojos y observé: la única estrella que estaba allí descubierta de las nubes; Lejana, brillante y silenciosa, titilaba débilmente; “Tal vez hablan en clave morse” pensé “tal vez ya haya muerto y solo estoy viendo el pasado de algo que ya no existe” aquella idea produjo en mí una leve sonrisa; baje la mirada y observe a Walter que se distraía mirando el horizonte. Debía haber pasado dos horas desde el apagón, cuando el calor nos obligó a subir al techo de mi residencia, la noche se cernía silenciosa a nuestro alrededor todo permanecía en quietud salvo unas pocas luces lejanas de alguna que otra vela que danzando al compás dictaminado por el aire que la obligaba a seguirle el ritmo.
-Alguna vez has mirado las estrellas?-
-sí, muchas veces, siempre me han fascinado- contesto mirándome con sus ojos expresivos.
-a veces cuando las miro me pregunto ¿si en ellas habrán dos almas que elevaran su vista a su cielo y se preguntaran si habrá algo también allá afuera?- aquella titilante estrella acababa de salir de una gorda nube y volvía a aparecer como si supiera que hablaba de ella. Walter elevo la vista y permaneció mirándola.
-tal vez… o tal vez las mismas estrellas ya sean una forma de vida; no se piénsalo se forman en nebulosas que son como los vientres del universo. Crecen, con el tiempo se vuelven gigantes rojas y luego en su fase final se encogen hasta volverse una enana blanca para luego morir… tal vez; solo su forma de vida es muy diferente a la nuestra, tan diferente que es difícil comprender.
-Y que fue de la vida del chico de la fiesta?- le pregunte pícaramente, cambiando nuestro tema; mientras me acostaba en el frio suelo de cemento- te vi hablando con alguien al que no conocía y yo conozco a todos tus amigos.
-ah sí, fue una agradable charla supongo…- respondió Walter acostándose también en el piso
-yyyy… se volverán a ver o te pidió tu numero?- pregunte algo impaciente al ver el letardo de mi amiga.
-no, fue un rato agradable pero la vida me ha enseñado que hay momentos en que solo deben ser “eso” y no forzarlos porque pierden su encanto- su voz era muy serena, permanecía acostada observando aun al cielo perdida en su propia imaginación.
-si, tienes algo de razón en tus palabras y supongo que es mejor así no te tendría que ver con esa ridícula pijama que traes puesta.
-¡¡QUEE!! Que tiene mi pijama?- pregunto sorprendida ante mi declaración, se sentó y la observo por un rato- que tiene? Es súper cómoda- se mantuvo observándome con sus ojos expresivos, en ellos mostraba su aparente asombro ante el hecho, como si ella nunca pensó si quiera en ello. “Oh pobre niña” pensé; seguro pensaba que era la cosa más mona y ahora un golpe de realidad se cierne sobre ella y quien será el verdugo que se atreverá a ejecutar la sentencia?
Es horrible¡¡¡ parece que te la hubiera regalado tu abuela cuando tenías 5; además quien usa pijama a estas alturas de la vida?- conteste, mientras una sonrisa que no podía evitar se dibujaba en mis labios. Su rostro dibujaba una expresión de horror, en su mente se estaba recreando las hipotéticas escenas que podrían haber ocurrido u ocurrieron…
Rayos¡¡¡- dijo tapándose la cara con las manos y volviéndose a arrojar al suelo. En ese momento no pude contener más mi risa que salieron en grandes carcajadas. Hay un cierto gusto al arruinar los sueños de tu mejor amiga y continúe riendo hasta que me comenzó a doler el vientre.
Eso explica algunas cosas- dijo aun con sus manos tapadas y sin evitarlo también rompió en risas. Ambas reímos a gran voz en ese silenciosa y oscura noche, me gusta imaginar que nuestras risas atravesaron esta vez mucha más distancia y fueron percibidas por aquellos oídos callados que sin saberlo nos oían sin entender nada de aquella cacofonía gratificante.
Te odio Hanna- dijo Walter secando las lágrimas que corrían por sus mejillas de tanto reír- pero aun así me gusta esta pijama.
Me amas, lo sé, que te puedo decir soy un amor- y volví a observar aquella estrella titilante, no sé qué decía, nunca aprendí clave morse pero me gusta imaginar que también reía con nosotros.
hola¡¡ si alguien lee estas historias quiero aclarar que walter es una chica. si tiene nombre de chico pero es una chica. gracias