LOS DOS PANES, (lean esta historia para que se la cuente a los niños)

Cuando apenas tenía 13 año conocí a un hombre se llama Rafael, es un poeta, me dijo quiere que te cuente una historia le dije que si fue tan hermosa que todavía la recuerdo y se la cuento a mis hijos cada vez que me acuerdo, y ahora a mi nieta. Esta la historia.

Era en el medio Oriente existía una ciudad que estaba en prosperidad, pero tenía un problema que había muchos mendigos. El sultán llamo a sus consejeros que podían hacer al respecto, esto le dieron el siguiente consejo: “Aquel que le de comida a los mendigos sus manos deben ser cortadas”, el sultán de inmediato lo decreto, fueron sus soldados y avisaron a toda la población.
Una mañana tocaron a la puerta, abrió una hermosa mujer y dijo al hombre que se le ofrecía, “mi señora no he comido nada, puede darme un pedazo de pan”, ella busco en su despensa y le dio dos panes, el pobre hombre le dio la gracia, pidiendo a Dios que la protegiera. Sus vecinos la denunciaron, llegaron los soldados y la llevaron a la plaza, para darle escarmiento al pueblo le cortaron sus dos manos.
Pasado el tiempo el sultán conversaba con su madre, diciéndole que quería una nueva esposa, que fuera hermosa. Su madre le dice que conoce a una mujer hermosa, que al mirarla es como una rosa, pero tiene un gran defecto le falta sus dos manos, él le dijo que se la llevaran. La mujer fue preparada para presentarla al sultán, cuando la vio quedo impactado por su belleza y decidió tomarla como esposa. Aquella mujer estaba en el palacio del sultán era la preferida, y dio a luz un hermoso varón. Las demás esposas del sultán sentían celos, y tramaron convencer al sultán, y comenzaron a inventar situaciones acusadoras de aquella mujer, tanto fue que el sultán un día decidió enviarla al desierto con su hijo. ¡Que inhumano, que maldad con su propio hijo!. Le amarraron a su espalda y fue lanzada al desierto con su hermosa carga.
La mujer sedienta y hambrienta, cansada por el largo caminar y sol agobiador, vio una laguna se acercó y fue a tomar agua, tuvo que arrodillarse en ese momento su carga fue a dar a la laguna., la mujer desesperada se iba a lanzar, cuando dos hombre aparecieron de la nada, y le digiero ¡que vas hacer desaventura mujer, nosotros vamos a sacar a tu hijo!, se arrodillaron y oraron y el niño salió del agua, y le dijeron que el que había cortado sus manos los gusanos comerían, y oraron y le salieron sus dos manos, la mujer entre sollozos le pregunto a los hombre quienes son ustedes que han hechos dos grandes bienes a mi vida, ellos le dijeron “somos los dos panes que le diste al mendigo”