Entrando a la madurez, para invocar todos los conocimientos que tengo en mí.
En el sendero de las responsabilidades estoy entrando,
No veo más que cosas que ya ví.
Junto a mi van algunos otros, pero son desconocidos.
No interpreto nada de lo que veo, pero si lo entiendo,
Necesito los abrazos de mamá,
Y los regaños comprensivos de papá,
El cariño sutil de mi hermana,
Y las palabras de sabiduría de mi abuela,
Necesito a aquellos guerreros que se fueron,
Pero me dejaron fuerzas, y ganas para luchar.
No estoy decepcionado, triste o desolado.
Hoy no puedo entregar mi día a la amargura de mañana.
Necesito centrarme, un poco más, porque me descarrile,
Y ya no puedo creer en nadie, porque alguien que me fallé
Y de verdad desapareceré.
Mi inteligencia está intacta, pulcra y serena, mis doctrinas y crecimientos,
Que inculcaron mis mayores, siguen allí;
Esperando para ser usados.
Con amor y valentía caminaré, sobre piedras, aguas negras, y con dignidad y mucho más amor
me levantaré cuando la piedra que me quiere, me tumbe, sólo espero no enamorarme de ella.
Creo que lo que creo, y amo lo que hago. ¿Quién contra eso?
Mis valores están allí, posados y esperando para explotar, y
la sutilidad de mis palabras fuertes; eso no espera por nadie, siempre estaré para decirte
lo que está mal. Mientras que yo sepa que en mi, esa falla no existe, y si lo digo, es porque de verdad quiero el bienestar y no quiero la decepción de un mundo entero.
No veo más que cosas que ya ví.
Junto a mi van algunos otros, pero son desconocidos.
No interpreto nada de lo que veo, pero si lo entiendo,
Necesito los abrazos de mamá,
Y los regaños comprensivos de papá,
El cariño sutil de mi hermana,
Y las palabras de sabiduría de mi abuela,
Necesito a aquellos guerreros que se fueron,
Pero me dejaron fuerzas, y ganas para luchar.
No estoy decepcionado, triste o desolado.
Hoy no puedo entregar mi día a la amargura de mañana.
Necesito centrarme, un poco más, porque me descarrile,
Y ya no puedo creer en nadie, porque alguien que me fallé
Y de verdad desapareceré.
Mi inteligencia está intacta, pulcra y serena, mis doctrinas y crecimientos,
Que inculcaron mis mayores, siguen allí;
Esperando para ser usados.
Con amor y valentía caminaré, sobre piedras, aguas negras, y con dignidad y mucho más amor
me levantaré cuando la piedra que me quiere, me tumbe, sólo espero no enamorarme de ella.
Creo que lo que creo, y amo lo que hago. ¿Quién contra eso?
Mis valores están allí, posados y esperando para explotar, y
la sutilidad de mis palabras fuertes; eso no espera por nadie, siempre estaré para decirte
lo que está mal. Mientras que yo sepa que en mi, esa falla no existe, y si lo digo, es porque de verdad quiero el bienestar y no quiero la decepción de un mundo entero.