Un mundo aún más feliz. Capítulo 17: El último reencuentro dentro del Centro de Formación. Parte 2.
-¡Qué bonito! Me gustaría ver su negocio puesto en marcha. Sigues, Suno -dijo Luno.
-Yo me voy sintiendo realizado. Voy comprendiendo la psicología humana y veo la gran nobleza que hay en las personas. Mis amigos más leales son Koro y Spirito, quienes solemos pasear, meditar, copular y sobre todo filosofar. Me han descontado un porcentaje de mi capital inicial porque maté accidentalmente a un caracol en el jardín, eso es lo peor que ha ocurrido. Pero ahora a partir de eso he investigado sobre el tema para difundir entre los otros formados la información de precauciones para evitar este tipo de accidentes, como cubrir líquidos, caminar con suficiente iluminación en el jardín, no salir de los senderos y no dejar alimentos en áreas verdes. En el festejo, a Koro le dieron una compilación de videos de nosotros tres que fueron tomados a lo largo del año, a Spirito le dieron unos cuadernos con algunas de esas fotos y a mi me elaboraron un audio y una lista de reproducción en base a nuestros gustos musicales. Se nota que el Centro de Formación nos aprecia. Bueno Luno, finalmente cuéntanos tú que tal.
-Pues yo estoy muy orgulloso de mi especialización. La sección de justicia me gusta mucho. A veces defendemos o rechazamos algunas cosas porque sentimos que están mal, pero aquí aprendemos a defenderlas o rechazarlas desde un punto de vista más justificado y racional. Lo que me perturba un poco es la sección de historia, cuyos temas incluso no puedo platicárselos a ustedes, ni los de años posteriores a nosotros. Es que todo era tan distinto, que me deja pensando mucho. Y bueno no me junto con nadie en particular, generalmente hacemos trabajos, vamos a un lado, a otro, con uno u otro formado, creo que los grupos aún no se han definido muy bien. La verdad es que comienzo a admirar a Penso, creo que le voy a hablar, espero no incomodarlo. Mis evaluaciones son satisfactorias. Recibí unas pulseras para muñecas y tobillos con un material pesado para fortalecer mis músculos de manera casi involuntaria. Tienen el símbolo de la Organización de Justicia y Felicidad, ¡son geniales!
-Qué bien, Luno. Pero… ¡ah! ¡cómo extraño tu cuerpo! -dijo Suno.
-Y yo el tuyo, Nokto -dijo Tago.
Ese día fue muy agradable para los formados y quedaron muy satisfechos.