Viajes: Viña, entre el mar y las flores
La semana pasada les hablé de la primera vez que estuve en Valparaíso; si no leyeron el artículo acá les dejo el enlace Viajes: el encanto de Valparaíso. Ese mismo día, el tour que tomé llegaba hasta Viña del Mar, comúnmente llamada Viña, otra de las ciudades importantes de Chile, sobre todo durante el verano.
Ese día había poco tráfico y nos tomó unos diez minutos llegar desde Valparaíso a Viña del Mar. Durante las épocas más concurridas, a pesar de estar geográficamente cercanas, el trayecto puede tomar hasta unos cuarenta minutos, debido a la gran cantidad de vehículos y autobuses que se desplazan en la zona. Lo primero que encontramos, al entrar en la ciudad, es el famoso Reloj de Flores, tan conocido y utilizado para franelas, imanes de nevera y cualquier tipo de souvenir. Está ubicado en medio de un jardín que también tiene un globo terráqueo y las personas suelen tomarse muchas fotos, sobre todo en verano que se congregan allí diferentes personajes. El día de mi visita estaban los famosos Darth Vader, Groot y un Stormtrooper que, por una modesta suma, se fotografiaban con los visitantes y los turistas.
De allí fuimos a la playa, pero antes recorrimos algunas de las calles más emblemáticas de Viña del Mar, llegamos hasta la Quinta Vergara (sede del famoso festival internacional de la canción) cuyo acceso estaba restringido porque estaban acondicionando el lugar para su edición más reciente y pasamos frente al Casino Municipal de la ciudad. Entonces, llegamos al Pacífico y pudimos caminar por el paseo Vergara y disfrutar de la arena y el mar.
De allí sólo quedaba una parada en la que vimos un Moai auténtico traído de Rapa Nui (La famosa Isla de Pascua), tras lo cual el tour terminó. Pero como aún era temprano (alrededor de las cinco de la tarde) volví a la orilla atravesando unos hermosos puentes que tiene Viña y entré a un restaurant que está a borde del Océano Pacífico. Allí degusté un exquisito ceviche de atún con mango y un trago con ron y jengibre llamado Smoke Habana.
Toda la experiencia, mi paso por Valparaíso y luego por Viña del Mar, fue increíble. A Valpo no he vuelto, pero a Viña si fui de nuevo y ya les contaré sobre esa segunda visita. Por ahora les dejo la invitación a que, si tienen la oportunidad, no dejen de visitar estas dos hermosas ciudades.