Fragmento de Omar ~ El Palo

Cuento de un hombre desafortunado y desesperado

¡Hola! espero que disfrutes este cuento corto. Es un fragmento de una historia más larga, pero me gusta dividirlo así. Poco a poco iré compartiendo más fragmentos y la historia se irá poniendo más interesante. ¿Listo?

Omar, de pie mirando a la salida de la cueva, no suelta ni una sola palabra, perdido en su pavor serpenteante, giratorio en sus pensamientos.

-- 10:10 am
Me está esperando, nos hemos visto. Mientras el frío de este río humedece mis pies el calor de esos recuerdos frenéticos me hace hervir en agonía. Tuve que llegar hasta esta cueva, ya he llorado demasiado, he gemido sobre estas rocas húmedas y milenarias; aquella entrada, ese ojo de luz que da paso al mundo es mi muerte segura, si saliera me encontraría en sus fauces y no tendría piedad de mí una vez más.

-- 10:20 am
Aún escucho su andar vacilante entre las ramas, chocando su cuerpo contra todo pero siempre mirando al frente. No quiero hablar de sus ojos, no.

El sonido de este río me causa nauseas hasta el punto en que perdí por completo el interés que sentí cuando lo vi por primera vez cuando escapaba. Debo estar lejos ya, corrí como un desgraciado.

-- 11:00 am
Afuera no hay nadie. Me asomé por la entrada de la caverna y no percibí su presencia. Casi me vi tentado a salir, pero me sigue venciendo el miedo. Aquí estoy vulnerable, puede entrar y arrebatarme para siempre consigo.

Ni siquiera sé por qué estoy pensando tanto, seguro estoy trastornado, sí, eso, fueron los brazos y sus piernas, no, sus piernas y su andar, quizás sus ojos ¡No de nuevo esa mirada amarillenta que me enferma y me hace llorar!

-- 11:01 am
Tiempo, agua, tierra, Dios: mátenme.

No había comido en absoluto. Esa roca donde se hallaba sentado, si vivió, debió hastiarse de él, pero en ese instante no quedaba más que un minúsculo Omar en medio de una cueva húmeda y selvática. Sin consuelo más que el de la oscuridad y sin esperanza más que desmayarse. Pero su pesadilla se acerca, y él conoce esos sonidos pesados que se acercan. Era El Palo, pero nunca supo que así lo llamarían. Jadeando y ruidoso encontró una roca para ocultarse, y allí quedó expectante, inerme, solo.

-- 2:00 am
Está... su mano... rozando el río... balbucea blasfemias... en la entrada... la cueva... me ha olido...fue la piedra que lancé... Sacar la cabeza... no... lo veo un poco... es más alto... como una vara...respira como un cerdo...Chapotea... Quiere verme... No puedo salir de aquí...ponerme de pie...no gimas...corazón, no...ahora grita...callate, callate... lanzó algo...para mí...es Yansel...viejo amigo...tu cabeza cercenada se empapa...tus ojos blancos...me ven... invitandome a morir.

-- 2:01am
Se ha ido.

-- 2:02 am
Las paredes de la cueva tienen tatuadas sus manos.

-- 2:02 am
Me espera mi destino, fuera de esta cueva e iré a perseguirlo, aunque el costo sea una cabeza empapada en la oscuridad.