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Estimado @volcandemorcilla, tu comentario es sumamente interesante y te comento al respecto.

Por lo general, al vino se le percibe como un producto saludable si se consume moderadamente. Los vinos contienen compuestos fenólicos y dependiendo del vino su concentración varía. Los tintos contienen más que los rosados y estos últimos más que los blancos. Te comento que en cualquier vino el nivel de compuestos fenólicos siempre será menor que el presente en las uvas que se usaron para elaborarlo.

El asunto es que por otro lado, a diferencia de los oréganos, los vinos contienen alcohol y existe un fuerte consenso científico de que el consumo de alcohol puede causar varios tipos de cáncer. Todos los tipos de bebidas alcohólicas, incluidos el vino tinto y blanco, están relacionados con diversos tipos de cáncer. Cuanto más se beba, mayor será el riesgo de cáncer y cuanto menos se beba, menor será.

Dependiendo del tipo de vino, en estudios realizados sobre cánceres se ha concluido que el consumo moderado de vino blanco ha aumentado el riesgo de cáncer de próstata, mientras que el consumo moderado de vino tinto ha ejercido un efecto protector. Asimismo, el consumo moderado de vino tinto no se ha asociado con un menor riesgo de cáncer colorrectal. La realidad es que no se ha encontrado ninguna asociación entre el consumo moderado de vino tinto y el riesgo de desarrollar cáncer de próstata o cáncer colorrectal. No obstante, los vinos tintos pueden contener componentes bioactivos, que pueden inhibir el crecimiento de células cancerosas humanas.

La cantidad de alcohol (etanol) también influye de manera relativa, se ha visto que si es baja, la proliferación de células de cáncer puede aumentar y si es alta disminuye. Pero en contraste, en el caso de los vinos tintos se ha observado que reprimen más la proliferación en dosis bajas que en altas.

Es probable que el alcohol presente en los vinos aumente la absorción de los compuestos fenólicos en el tracto gastrointestinal y que la actividad antioxidante en el plasma en consecuencia aumente, o puede ser que no.

A pesar de las dudas, existe una cierta "unanimidad razonable" de los efectos beneficiosos del consumo moderado de vino en enfermedades cardiovasculares, diabetes, osteoporosis, quizás en enfermedades neurológicas y la longevidad. Pero las observaciones en relación con el cáncer son menos entusiastas.

En conclusión, se pudiera decir que el consumo de vino parece beneficioso, pero existen limitaciones, además de factores y otras variables involucradas. Es relativo.

Lo que si está claro es que el consumo de las uvas si es beneficioso. Saludos estimado.