¿Ceder o no ceder?

in #steemit6 years ago (edited)

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 ¿Nos hemos visto en situaciones donde terminamos cediendo? 

 Una situación muy cotidiana que a todos nos ocurre es pensar que debemos ceder ante la petición de otra persona por poseer un cargo superior se creen superior a los demás y tienen un poder de convencimiento engañoso.  

  Como todos sabemos en la sociedad en la que vivimos debemos respetar ciertas reglas y normas establecidas, las cuales nos permiten convivir con otros, sin embargo, siempre surgirán problemas porque tenemos personalidades y puntos de vista distintos.  

 ¿El punto es hasta qué punto podemos tolerar la imprudencia y abuso de otras personas? En esta reflexión les contaré una anécdota personal. 

  Tengo un hijo de tres años de edad el cual comenzó en el preescolar, en su primera semana los niños son presentados al resto del grupo que compartirán el salón.  

  como padres es natural sentir emociones nuevas cuando dejamos por primera vez a nuestros tesoros más preciados en un lugar que no es el hogar, y nos preguntamos: ¿cómo se sentirán en ese lugar?  si tendrán miedo o no, entre otras cosas. 

  Por ser un lugar nuevo y desconocido obviamente podrán sentirse así y estarán compartiendo con otros niños y comenzaran a manifestar un sin fin de emociones teles como: alegría, enojo, egoísmo, timidez, impulsividad y si bien es cierto muchos de los comportamientos son molestos, pero también hay que aclarar que son totalmente normales y será nuestro deber y el de su maestra guiarlos con amor y buenas estrategias el camino para una sana convivencia.  

  Retomando la historia lo sorprendente de todo esto es que al tercer día de asistencia del niño la directora me hace pasar a su oficina y comenta lo siguiente: hemos observado la maestra y yo a su hijo y notamos que no le gusta compartir con el resto de los niños en los juegos y cuando se le llama por su nombre no obedece y tampoco respeta las normas establecidas en el salón, es decir, señor su hijo no tiene límite.  

  Escuché muy atento todo lo que me dijo y muy amablemente le respondí: es su primera vez en un espacio educativo y también compartiendo con otros niños en una rutina de actividades, no han transcurrido sino tres días y poco a poco se ira amoldando e integrando en el grupo. a todos nos cuesta adaptarnos a situaciones nuevas en la vida para los niños eso es más complejo ese proceso por ser niños y sin embargo logran adaptarse, tenga paciencia!  

  Me mostró el registro que se hizo de la observación y me dijo que la firmara y que iba a notificarme para reunirme luego con la psicopedagoga del preescolar para una entrevista. 

 Me retiré con el niño y al llegar a casa estuvimos mi esposa y yo observando cómo era el comportamiento del niño en casa junto a su hermano menor de un año de edad, para nosotros todo estaba marchando bien, jugaban y en ocasiones ambos querían el mismo juguete y se peleaban en ese momento teníamos que intervenir y llamar la atención y darle un juguete a cada uno, cosas normales porque están aprendiendo y según especialistas indican que en esa edad van adquiriendo el sentido de pertenencia , es por eso les cuesta prestar sus objetos. 

 Los episodios que me mencionaba la directora se presentaban en el preescolar con el grupo de compañeros  y a partir de allí la directora no paró de dar quejas constantes por cualquier cosa que el niño hacía, al punto de pedirme que llevara al niño a un Neuropediatra porque según su experiencia como directora las características que  presentaba mi hijo eran de TDAH, para quienes desconocen estas siglas significan trastornos por déficit de atención e hiperactividad y sus principales características según especialistas son: ansiedad, hablar mucho, lentitud para realizar trabajos, carácter autoritario rabietas, pataletas. El diagnostico debe ser realizado por Neuropediatra, neurólogo, psicólogo o psiquiatra porque las características de esta condición pueden ser confundidas con falta de disciplina.  

 Según la directora debíamos llevar al niño para que se descartara o confirmara la condición y hasta no llevar el informe de dicho especialista el niño asistiría al preescolar un horario especial, el cual constaba de asistir tres días a la semana y debía salir antes de la hora habitual de salida. Porque era complicado tener al niño por un lado y el resto del grupo por otro lado.  

 Los registros realizados por la maestra lo que indicaban era que el niño se peleaba con otros compañeros por no prestar los juguetes y que ya era la tercera oportunidad se comportaba así y por eso debían llamarme y notificármelo para comprometerme a que eso debía, mejorar porque podía ocasionar problemas con otros representantes lo que a mi parecer era más un problema de disciplina.  

 Cada quien maneja su forma de enseñar y sus estrategias con los niños, pero también es muy notable cuando se carece de ello, ya sea por ser nueva en el empleo y eso conlleva a la falta en el dominio de grupo y algunos niños más activos se aburren con ciertas actividades, siempre se debe planificar con actividades que les llamen la atención y se les debe estar recordando constantemente las normas de manera clara y precisa como: pedir por favor y gracias, ordena los juguetes, comparte los materiales, hablemos sin gritar entre otras.  

 Seguir esa rutina les irá permitiendo que esas normas se vayan convirtiendo en parte de su quehacer diario y habrá momentos en los que incurra en faltas y se les debe indicar las consecuencias que conlleva como: quedarse sin jugar, minutos a solas para pensar, llamar a padres o representante y un sin fin de consecuencias, esto ayudará a que sea menos probable que incumpla las normas.  

 También es importante que cuando se ve la mejoría se debe hacer refuerzo positivo para mantener la conducta y el buen comportamiento dándoles a cambio minutos adicionales para jugar, ver una película, algún dulce, ¡elogiar dando una palmada y diciéndole ¡qué bien lo has hecho! ¡sigue así!   

 No pretendo decir que lo que ellas manifiestan del niño no sea cierto, porque si se está comportando con egoísmo hacia sus demás compañeros por no prestar los juguetes y se pelea por ello, pero Etiquetar desde un principio por no tolerar el mal comportamiento sin dar la oportunidad de aprender y modificar la conducta no nos parece la actitud más adecuada, de personas que trabajan con los niños cuando se supone que la actitud debe ser paciencia, tolerancia y menos discriminación por parte del personal de una institución de profesionales y capacitadas en el área. 

 Sin embargo, es estos últimos tiempos se han visto muchos los casos de niños que expulsan de las instituciones por faltas que a nuestro criterio han sido exageradas. y en la institución manifiestan que no pueden estar pendiente de un niño porque no es el único de la clase.es por ello el incremento de niños mal diagnosticados, con condiciones que no presentan y son sentenciados a vivir pensando que son malos porque todo lo hacen mal, son enviados a centros de educación especial donde se quedan confundidos y el rumbo de su vida cambia de un camino largo a un callejón sin salida. 

 Van generando en el niño o niña y a sus familiares sentimientos de ansiedad, estrés, depresión, auto cuestionamiento y hasta agresividad, todo porque tuvieron la mala suerte de encontrarse con una persona que trabaja en un lugar que no le gusta, y que paga su mal genio con los demás convirtiendo un sistema en un ambiente de discriminación. 

 Cuando pasas por esta experiencia te encuentras a muchas personas que están en la misma situación, donde sus hijos han sido referidos por presentar dificultades en el aprendizaje y por no ir al ritmo que los demás les dicen que van a repetir o porque son distraídos y no prestan atención a la clase.

 Otra de las cosas, es que todo a nivel tecnológico cambiado y con ello la manera de vivir con estos avances y en los niños esto no se queda atrás, los niños manejan mejor que un adulto los aparatos tecnológicos. y aun así encontramos instituciones con metodologías de enseñanzas- aprendizaje desactualizadas que no se adaptan a esta nueva generación de niños. 

 La evaluación fue realizada al niño y el informe indica que es un niño totalmente sano, sin embargo, la directora por ser la máxima autoridad de esa institución nos ha dado un lapso de quince días para que el niño obedezca cuando ella le dé una orden, porque a su criterio el niño es muy indisciplinado. 

  Desde casa estamos trabajando con el niño para que aprenda el valor de compartir y no pelear con los compañeros, pero me parece que quince días, es un tiempo absurdo y que nos está aplicando una presión de manera que nos agotemos de los constantes llamados de atención y retiremos al niño, después de todo lo que hicimos para conseguir un cupo.

 Ahora nos encontramos con el siguiente dilema ¿retiramos a el niño y así nos quitamos de encima las quejas continuas y malas cara que nos hacen? pero por otro lado retirarlo es quedarse sin cursar este año su primer nivel de preescolar? porque a estas alturas conseguir cupo es casi que imposible o ¿decido dejarlo en la institución y hacerle frente a la directora asistiendo a instancias mayores y denunciarla por su incompetencia y violación de derecho a la educación? ¿se ha visto alguien en una situación similar? Déjenme su comentario.     


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Muy bueno el contenido, gracias por compartirlo