Acá dejo mi comentario, disculpa la demora.

El Rey León es una película acerca de "crecer", de madurar y aceptar los hechos del pasado que quizás no sean tan felices, de dejar que poco a poco el tiempo nos moldee.

En ésta escena en particular se tocan varios puntos, el principal es que simplemente Simba ya no sabe quién es, ¿porqué? Pues porque tras huir de las garras de Scar, Simba se hizo con una nueva familia, un nuevo estilo de vida que consistía en olvidar todo lo doloroso que vivió, la experiencia traumática que experimentó al ver a su padre morir. Es más sencillo, ¿no? Olvidar, deshacerse de los malos recuerdos y vivir una vida más tranquila, sin preocupaciones, "hakuna matata".

Sin embargo, muy a pesar de que sea el caso de muchos que como un mecanismo de protección tras eventos tan desgarradores optan por "borrar su memoria", es de vital importancia saber que son precisamente esos momentos traumáticos que nos hacen ser quien somos, que hay que aceptarlos para poder crecer, para poder madurar.

Simba olvidó quién es porque olvidó a su padre... Olvidó sus raíces, olvidó su propósito, decidió olvidar para sanar. Y sin embargo, allí la aparición de Mufasa le recalca que recuerde, que por mucho que duela, es parte de él.

Otro punto importante es el de cómo vemos la muerte... En la película es un tema recurrente el del Ciclo sin Fin, de saber que polvo somos y en polvo nos convertiremos, pero es precisamente lo que haces con tu vida que cuenta, sin importar qué tan corta sea, pero, ¿y la muerte? Lo que mantiene a alguien vivo por siempre son precisamente los recuerdos, siempre tenemos que recordar a aquellos que ya no están, darles un tiempo en nuestra mente y un espacio en nuestro corazón, porque de esa forma no solamente es menos doloroso, sino que así "viven por siempre". Entiendo que la mayoría prefiere negar lo sucedido, de olvidar a esa persona importante que ya no está, como fue el caso de Simba... Pero al hacer eso solamente estamos "matándolos" de una forma subjetiva, después de todo, si ya nadie les recuerda es como si nunca hubiesen vivido.

La prueba de que viviste yace en aquellos que te recuerdan.

El recuerdo de Mufasa, aquella aparición, le hace entender a Simba que para que pueda vivir por siempre en su corazón debe recordarlo, que son precisamente los recuerdos y apreciar tus orígenes lo que te hacen ser quien eres, que es fútil ignorar y dejar a un lado todo, pues si lo haces, te quedas estancado... Para ser verdaderamente feliz y volverse un adulto verdadero, Simba tiene que aceptar la muerte de su padre y regresar al lugar donde nació, hacerle frente a sus demonios (Scar) y cargar con el peso de lo ya sucedido, de los eventos que dejaron una marca tan profunda en él.