“No os acordéis de las cosas pasadas"
“No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria”. (Isaías 43:18)
Y cuando hubieron comido, Jesús dijo á Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que estos? Le dijo; Sí Señor: tú sabes que te amo. Le dijo: Apacienta mis corderos. Le volvió á decir la segunda vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Le respondió: Sí, Señor: tú sabes que te amo. Le dijo: Apacienta mis ovejas. Le dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Entristeciéndose Pedro de que le dijese la tercera vez: ¿Me amas? Y le dijo: Señor, tú sabes todas las cosas; tú sabes que te amo. Le dijo Jesús: Apacienta mis ovejas. (San Juan 21:15-17)
Jesús después de resucitar y hallarse con Pedro no le echó en cara el hecho de haberlo negado. Eso nos enseña que cuando nos arrepentimos de cualquier pecado cometido, Él lo olvida para siempre y no lo recuerda más. Para Dios si es una máxima perdonar es olvidar. De manera que si Dios olvida el pecado cometido por alguno, éste también debe olvidarlo. Los hombres no olvidan, siempre lo recuerdan. El diablo tampoco y trata de recordártelo para atormentarte. Si los confesaste a Dios arrepentido de corazón y te apartas, Dios dice que alcanzaras misericordia.
Ahora bien, Jesús en esa conversación con Pedro lo que quiere es inculcarle entre ceja y ceja a que tome en cuenta su llamado, que es el de apacentar y pastorear el rebaño (rebaño que va ser muy grande Tres mil en la primera pesca y cinco mil en la segunda) Es decir, con el sistema de la repetición lo está conminando a que no vuelva a su antiguo oficio de pescador. Que se dedique al ministerio sin claudicar.
Cuando el Señor se lo repite por tercera vez Pedro se entristeció, porque él relacionó esa tercera vez con sus tres veces que había negado a su Señor. El Señor ni pendiente de eso. Uno porque Pedro lo hizo por miedo, dos lloró amargamente en señal de arrepentimiento y tres Él lo había perdonado y por lo tanto olvidado.
No traigas a memoria el pecado ya perdonado, porque Dios no lo recuerda, quien te lo recuerda es el enemigo para entristecerte.