Loco
Loco porque perdí la razón. No hay tal cosa como el amor; es solo una ilusión sin fundamento que la sostenga. Mi locura me ha llevado a buscarte de todas las maneras posibles, y si he perdido la razón, quizás sea porque creo en cosas imposibles.
Parece que hay daños irreparables, personas que se rompen tanto que no hay ley que les haga justicia, ni argumento que les devuelva razones. Son vidas terminadas que han cerrado su historia, y esa nueva historia ya no incluye a un loco o a un desvariado que aún espera cosas buenas en un lugar donde lo bueno ya no existe.
No sabía que la locura podía ser tan real, tan mía, al punto de creer que algo como esto era posible. Me engañé con ideas de que el matrimonio era esto o aquello, cuando existen divorcios decididos unilateralmente. Y yo, el loco que quería amar y vivir del amor, resulté ser un crédulo. Ahora, ni la religión ni Dios tienen tanto poder como para unir lo que se ha roto por decisión final.
Por eso, mi lucha tiene que parar. Esta historia tiene que morir, y yo debo intentar ser feliz sin esta horrenda locura. Si algún día llega el momento de cerrar, con todo el dolor del alma, una vida llena de recuerdos olvidados y oscuros, lo haré. Dios me hizo creer que era posible otro final, porque se dice que los rectos tienen un final feliz. Pero tal vez ese final feliz sea de otro tipo, porque Dios no falla.
Por eso, debo finalmente cerrar este capítulo y obligar a mi corazón a dejar morir este amor inclaudicable que llevo dentro. Las vidas seguirán su curso como si nunca nos hubiéramos conocido. Este era mi mayor miedo: que finalmente dejaría de interesarme y nunca más podría reparar lo que ayer parecía ser una linda locura, pero que se convirtió en una lucha llena de veneno y dolor.
Este loco esta lleno de locura y es una locura que se tiene que convertir en cordura.