La casera (Relato autobiográfico )

Un día nublado, aroma de petricor que anuncia que pronto seremos lavados  por la magia de la lluvia, un poco de dulce para activar mis neuronas, y la nostalgia activa ya desde hace rato, mientras voy recorriendo los recuerdos que me hicieron crear este relato. Dicen que los escritores por lo general plasman aquello que sienten o viven, mucho surge de imaginar, mucho de sentir; este relato surgió de vivir.  Espero lo disfruten. Abrazos grandes a todos mis amigos de Steemit. 

Fotografía propia de la autora

Relato autobiográfico. 

La Casera

Disfrutaba tanto de ir a visitar a mi hermana, caminar algunos kilómetros para tomar el bus, recorrer el camino entre los árboles que bailaban con la brisa de la isla, día mágicos donde las risas de los niños y las conversaciones entre ácidas, jocosas y de autoayuda, cada día nos iban uniendo más en nuestra adultez, otra etapa de nuestra vida obviamente había llegado y la estábamos compartiendo de una forma distinta. 

Ese día, las llaves quedaron en mis manos, llenas de un poco de lagrimas, llenas de un tanto de esperanza…ese día la casa olía a ponquesitos horneados… a telas por cortar, a gallinas corriendo por el jardín, a unas perritas extrañando a su familia,  a un monito guindado en la sala brincando del mueble a la nevera, ese día todo eso se vivía solo en mi mente, en el recuerdo.

Cada vez que la puerta se abría, se me mostraba una fotografía mental de lo vivido, pero mis manos solo podían tomar un trapo viejo para sacar el polvo de los muebles y darle un poquito de calor a el lugar donde habían habitado mis amores hasta hace poco. ¿Cómo se quita uno del corazón el polvo y la mugre de las razones por las que se fueron?

Un año, unos días y otras llaves llegan a mis manos, una amiga, otro continente y otra historia. Cuánto agradeces al universo la confianza que te tienen los que amas para cuidar sus recuerdos, y te encuentras un día viajando de una casa a otra, cuidando momentos; para que ellos, si algún día vuelven, puedan encontrarlos lo más intactos posible. Sin embargo,  hay una nostalgia infinita e inclemente que te acompaña en cada recorrido, en cada pequeña esquina de esas casas que cuidas, hay un poquito de tristeza y tal vez de envidia al no poder ser tú el  que entregara las llaves a alguien más y despegar a un mundo mejor…a un mundo con ellos... 

P.D  En la situación en que estamos hoy en Vzla. Se han ido tantos, tantos nos quedamos… y muchos estamos cuidando recuerdos, espacios y momentos con la esperanza de que se vuelvan a llenar con la presencia de los que amamos. 

P.D 2 Disculpen la catarsis , hoy la nostalgia me saludó  más cordial que de costumbre.

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