EN ARMONIA CON EL UNIVERSO

Te preguntarás por ejemplo ¿Cómo sentirse agradecido por la muerte de un ser querido? Lo primero es aceptar la realidad de que la muerte forma parte ineludible de la vida, que van de la mano, que son inseparables, que para morir el único requisito es estar vivo y lo segundo es entender que el agradecimiento no es por lo que nos sucede sino por lo que podemos aprender de ello.

Todo lo que nos sucede en la vida, viene a ser grandes oportunidades para aprender a:
-Desarrollar el potencial que llevamos dentro.
-Superar las limitaciones.
-Colocarnos por encima de las dificultades.
-Lograr evolucionar.

Cada vez que la vida nos ponga a prueba debemos:
-Soltar el control.
-Rendirnos ante Dios.
-Confiar en El.
Y en lugar de preguntar ¿Por qué me pasa esto? Debemos indagar ¿Para qué me pasa esto? Luego, cuando veamos el sentido profundo de lo que esa situación nos está aportando, veremos nuestro proceso de crecimiento en ella.

Una vez que ha sucedido lo que llamamos desgracia, pérdida, calamidad, infortunio, ¿De qué sirve quejarse o sufrir? En el momento del suceso, quizás algunas lágrimas sirvan de desahogo pero ya superado el momento inicial hay que levantarse de las cenizas, como el ave Fénix pues ya la situación se ha dado y nada de lo que pensemos, hagamos o digamos lo va a cambiar, mientras que si nos comprometemos a aprender de la adversidad, creceremos y tendremos más sabiduría. La felicidad y el agradecimiento son rasgos de las personas que viven en armonía con el universo y el sufrimiento y la queja son rasgos de quienes no.

Espero les haya gustado, gracias por tu tiempo en la lectura. Om Sai Ram.