HISTORIAS DE VIDA EN VENEZUELA. LOS PENSIONADOS
Marianela es una señora de 60 años. Toda su vida la dedicó a la docencia, con una vocación inquebrantable. Cuando le correspondió según su edad tramitó su pensión por el Seguro Social y su jubilación, derechos que según las leyes venezolanas ya le correspondían. Hoy en día no trabaja, vive de lo que el gobierno le otorga mensualmente como compensación por tantos años de trabajo.
Segundo fue comerciante toda su vida. Tuvo varios negocios pequeños y con ellos levantó a su familia. Para el Estado él no existió, pero de que trabajó mucho, lo hizo. Cuando el presidente Chávez instaló la Misión Amor Mayor, que le otorga la pensión a aquellos adultos que nunca cotizaron en el Seguro Social, comenzaron a salir listados de beneficiados. Entre esos por fortuna salió Segundo. Ahora a sus 73 años y desde hace dos años cobra su pensión mensual.
Carmen es ama de casa. Desde los 20 años, edad en la que se casó, ha estado dedicada al cuidado de sus hijos, de su esposo y del hogar. No generaba ingresos económicos, pero ¡cómo ha trabajado! Aún es el motor que empuja ese hogar. Ella nunca cotizó en el Seguro Social, y tampoco ha salido en el listado de la Misión Amor Mayor. Sin embargo, sus hijos ya profesionales le pagaron a un “gestor” para que la ingresara como pensionada. Esta práctica se ha vuelto común en los últimos años para que le llegue la pensión así no haya cotizado. Luego de la gestión, Carmen cobra su pensión.
Desde ayer en la tarde que por rutina recorro algunas de las principales avenidas de Maracaibo, y peor aún esta mañana cuando aún estaba oscuro veo largas colas de adultos mayores en los bancos. ¿La razón? Hoy pagan la pensión.
No sé cómo durmieron, si es que durmieron, no sé si comieron algo durante estas más de doce horas que llevan instalados ahí, y quizá cuántas horas más le faltarán por estar.
Pero en esos rostros veo a Marianela, veo a Segundo, veo a Carmen, a mi papá, a la mamá de mi compañera de trabajo, a la abuela de mi amiga. Veo tantos rostros…
Foto: Lapatilla.com
Personas que dieron una vida entera de trabajo, de producción, para ahora cobrar una pensión de 347.914,58 bolívares, aspirando de esto a sacar al menos 10.000 ó 20.000 bolívares en efectivo. ¿Para cuánto le alcanzará esta pensión? Si un cartón de huevos está rondando los 500.000 bolívares al día de hoy, un kilo de queso los 400.000 bolívares y un paquete de harina los 200.000 bolívares. Y peor aún, si deben comprar medicinas, si tienen un esposo o esposa, hijo o hija, nieto o nieta que mantener.
Foto: noticialdia.com
¿En qué se ha convertido el ingreso en nuestro país?, ¿Es justo ver a tantas personas sometiéndose a colas interminables, al sol maracucho inclemente, al maltrato de los funcionarios bancarios, para recibir un indigno monto por su pensión?
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El dinero no alcanza para nada, la hiperinflacción nos comió el trabajo. En Venezuela estamos fregados. Ya ni tres trabajos sirven para cubrir las necesidades básicas. Me imagino a los pensionados.
Es injusto y debe cambiar
Es doloroso mirar la indolencia que reina en el día a día. Me duele ver a esos abuelos aguantando ese sol candela. :(
Es irónico comparar con uno de los mayores problemas que enfrentan en Europa: demasiada seguridad social para personas mayores sin muchos jóvenes interesados en cotizar y trabajar. En el mundo al revés de este gobierno, los más viejitos son los que deben aguantar más penurias.