Todas las cantidades aquí presentadas son hechas al tanteo, tú puedes agregar o retirar la cantidad que desees.

El primer paso que yo realizo es cortar la carne en pedazos y quitarle casi toda grasa, ya que le aporta mucho sabor, pero no queremos que nos quede muy grasoso el pozole. Utilicé carne de puerco en trocitos y en costillitas sazonadas:

Ya que la tenemos toda cortada, la ponemos a cocer en una olla de agua, la cantidad de agua depende de cuánto caldo quieres que tenga el pozole. En el proceso de cocción le iremos quitando toda la grasa que se va acumulando en la superficie, esto es lo que suelta la carne, mucha gente se lo deja porque le da sabor, pero a mí no me agrada.

Posteriormente vamos a proceder a la realización del chile, para esto vamos a tostarlos en un comal o sárten sin dejar que se quemen. Los vamos a desvenar, es decir, a quitarles las semillas que llevan en su interior y los vamos a remojar en agua.

Los dejamos un ratito remojar y nos ponemos a lavar muy bien nuestro maíz pozolero para incorporarlo a nuestra olla con carne:

Ahora sí tómamos los chiles remojados y los ponemos en la licuadora, junto con un poco de pimientas, cominos, sal al gusto, 1 diente de ajo, 1 cubito de consomate rojo, cebolla y un poco de agua para su fácil integración:

Agregamos la mezcla de todos los ingredientes en la olla con la carne y el maíz, vamos a dejar que todo se mezcle hasta que hierva y la retiraremos del fuego.

Ya que la hemos retirado del fuego, está listo nuestro delicioso pozole, le podemos agregar cebolla picadita en pequeños cuadritos y lechuga finamente picada y acompañarla con unas ricas tostadas. Asimismo puedes incorporarle limón, orégano, rábanos o algún otro ingrediente de tu preferencia. Y a disfrutar de este delicioso platillo junto a tus seres queridos.