Es curioso como en lo que a mí me parece mundano y muchas veces un poco desagradable otras personas encuentren inspiración para el arte. Llama mi atención principalmente la segunda foto, de un carro viejo aparcador en la empinada carretera de un barrio. Es una escena que he tenido que ver muchas veces, y, como alguien criado en la peor época de mi país, lo veo un poco... peligroso.
No sólo en cuanto a delincuancia. El peligro que encuentro aquí es la latente posibilidad de que se extienda cada vez más y más. Crecer en una Venezuela destruida me ha dado pocas posibilidades para crear fuertes conexiones con mi país, o mi ciudad. Sólo soy capaz de ver la pobreza y la vejez en imágenes como estas; en ellas está representado todo lo que no me gusta de mi ciudad. Quizá sea un problema de ser un miembro de la Generación Z en un país que no ha hecho más que ir a peor desde el día de mi nacimiento.
Ojo, todo esto lo escribo refiriéndome a lo que veo en la calle. Volviendo a la escena del carro aparcado, verlo en la calle me recuerda que vivo en una ciudad atrapada en el pasado. La apatía me ganó, y ahora son opcas las cosas de mi ciudad que generen alguna emoción en mí —más allá del terror que siempre existe dentro de mi cerebro cada vez que camino por mi ciudad. Me alegra que este no sea el caso para todas las personas, y me alegra mucho que para ti las calles de Caracas sirvan de inspiración artística :)
Comparto completamente @wildermanjnm; es el carro un fiel reflejo de en lo que se ha ido convirtiendo - si es que no lo hizo ya por completo - el país. Sin embargo, me obligo a intentar encontrar belleza incluso en lo que hallo desagradable y sobre todo en lo que me asusta e inquieta. Que gusto verte por mi publicación y que te haya motivado a escribir, quizás tienes material en ello para una publicación propia. Saludos!