¡No aceptes menos de lo que mereces!
Hay cosas que nos parecen obvias cuando las escuchamos de alguien más y caemos en el error de quitarle importancia al darlas por sentado.
Esto sucede la mayoría de las veces con los temas de inteligencia emocional y autoestima. No nos damos cuenta de que nuestras vidas giran entorno a cómo nos vemos a nosotros mismos.
Cuando escuchamos a alguien hablar sobre esto, no lo tomamos en serio porque suena tan “lógico” y sin importancia que lo subestimamos. Pero lo cierto es que, si nos detenemos un minuto a analizar lo negativo que ha pasado en nuestras vidas, sobre todo con las personas, ya no parece tan descabellado este tema y todo cobra sentido.
Al tener baja autoestima nunca reconocemos nuestro verdadero potencial. Somos inseguros, nos quitamos importancia, nos auto saboteamos y queremos pasar desapercibidos a toda costa.
También aceptamos menos de lo que merecemos. Es aquí cuando las personas nos manejan a su antojo y entramos en situaciones que nos dañan emocionalmente. Repetimos varias veces este círculo vicioso haciéndonos las víctimas, sin darnos cuenta de que somos nosotros mismos quienes nos enredamos en esas situaciones por no darnos nuestro valor.
El ejemplo más común lo tenemos en las relaciones de pareja. Estamos con alguien que no nos ama y siempre nos hace a un lado, dejándonos claro que no somos su prioridad, “queriéndonos a medias”. ¿Por qué seguimos allí? ¿Por qué aceptamos eso? El miedo a estar solos nos paraliza porque tenemos la creencia errónea de que no somos capaces sin alguien que esté a nuestro lado.
Dejamos entrar a cualquiera y dependemos emocionalmente de nuestras parejas. Soportamos malos tratos, menosprecio, manipulación, insultos, violencia, infidelidades, burlas, etc. La lista es interminable.
Es increíble todo lo que llegamos a aguantar de alguien o de algunos por creernos menos… ¿Vale la pena? Hay personas que “viven” toda su vida así.
No es que tengamos la culpa de lo que hace la otra persona, ni que nos merezcamos lo malo que nos pueda pasar. En el camino siempre vamos a conocer gente mala y gente buena, pero somos nosotros quienes decidimos si las dejamos entrar a nuestras vidas.
Y allí está el meollo del asunto. Por eso es tan importante reforzar el amor propio porque en la medida en la que tengamos un diálogo interno sano, le abriremos la puerta a las personas que sí valen la pena y pueden aportarnos algo positivo. ¡Aprenderemos a elegir mejor!
Yo misma tuve una etapa de mi vida en la que caí en ese error varias veces y en distintos ámbitos, no solo en el de pareja. Hasta que un día me dije, ¡basta! Ya está bueno de dejarte de última y de estar con personas que no te convienen. Me lo repetí una y mil veces hasta que cambié eso de mí. Si yo pude, tú también. NO aceptes menos porque tú eres mucho. ♥
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