Mujer: el tiempo no vuelve

¡Feliz comienzo de semana a todos! Ya saben que me encanta escribir intensidades y hablar de temas que le incomodan a la mayoría. A esa mayoría que no analiza que mientras más evitas algo, más grande es el tabú y el problema entorno a ese tema.

Cuando evades una situación, no buscas ayuda porque te encierras en tu mundo de fantasía donde “no pasa nada” y prefieres “no darte mala vida”, pero el problema no se irá, seguirá en el mismo lugar acumulándose. Esto aplica para todos los ámbitos, pero en esta oportunidad hablaré de las relaciones de pareja tóxicas.

Estoy cansada de ver cómo las mujeres siempre nos tropezamos con la misma piedra. Tengo que confesar que hace unos años yo era de las que les atribuía toda la culpa a los hombres, pero lo cierto es que las responsables somos nosotras por dejar entrar en nuestra vida a personas que solo saben hacernos daño.

Y aquí entra en juego nuestra capacidad de elegir, nuestro estado emocional y cuánto valor nos damos al día. Siempre es más fácil culpar al de al lado que ver hacia dentro y razonar en qué nos estamos equivocando.

Para empezar, si eres de las que se queja constantemente de atraer a “hombres que no quieren nada serio o que ya están en una relación”, tienes que darte cuenta de que estás repitiendo un patrón en específico: hombre egocéntrico, inmaduro, machista e infiel (en mi caso era así).

Suena lógico contándolo de esta manera, pero no se imaginan cómo me costó darme cuenta de que dejaba entrar al mismo tipo de persona, y no porque yo lo “atrajera”, sino que mi falta de autoestima de ese entonces me impedía ver cuánto valía y aceptaba a hombres que no me convenían.

Eso es lo que le sucede a la mayoría de las mujeres. No es fácil darse cuenta de esto porque debemos romper primero la barrera de la victimización, algo en lo que muchas hemos caído con frecuencia en lo que se refiere a las relaciones sentimentales. El machismo nos ha llevado a vernos a nosotras mismas como las “damiselas en apuros” que necesitan ser rescatadas por alguien más.

Y no, ninguna necesita ser rescatada, quien te rescata eres tú misma. El error está en basar tu autoestima en la aprobación y aceptación que te da otra persona y no en ti misma. Lo cierto es que muchas veces esperamos que nos pongan de últimas para entender que vamos primero.

Por eso al caer en este tipo de relaciones nos cuesta tanto desprendernos de la persona. Se crea un círculo patológico donde nos hacen daño una y otra vez, los perdonamos “porque esta vez no lo volverán a hacer” y así seguimos años, soportando a una persona que no nos quiere y que se encarga de demostrárnoslo todos los días. Y así vivimos, repitiendo este ciclo.

Lo peor es que cuando al fin nos liberamos de esta relación tóxica, no tardamos en entrar en otra igual o peor que la anterior. Es increíble cómo sí somos puntuales para desperdiciar nuestro tiempo con personas a las que no les importamos, ¿no les parece? Y el tiempo no vuelve. La pesadilla puede terminar si tú misma te armas de valor y le pones fin. Nadie más lo hará por ti. #amigadatecuenta ♥.

¡Por favor, vamos a querernos más! Si estás atravesando por algo así en este momento, no esperes más para culminar esa relación. Si tienes la costumbre de elegir mal, identifica el patrón y no lo repitas. Compártele este post a quien creas que lo pueda estar necesitando. Te invito a comentarme tu experiencia acá abajo 😉. Saludos a todas las mujeres hermosas que me leen.