Ella es un vivo ejemplo de que la voluntad es indomable, cuando tuvo aquel accidente se daba por sentado que quedaría paralítica, y luchó contra eso, dedicaba unas 7 horas al día a ejercicios de rehabilitación y hoy en día lo recuerda como una experiencia que la fortaleció. Por otra parte, su exilio y los posteriores eventos que vivió su padre, debieron también marcar su vida, sin embargo, nada la detuvo, nunca dejo de crecer. ¿Cuantos por mucho menos nos sentimos infelices y desgraciados? Buen artículo para la reflexión amiga @gracesunflower. Saludos.