Misterios de la vida que espero algún día descubrir
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Hay cosas muy peculiares que me han pasado a lo largo de mi vida “adulta” o siendo más consciente, pues cuando era pequeña pasan cosas y tú como que “bueno”, “aja”, “sigamos jugando”.
Entonces siempre me he preguntado por que las cosas se dan de cierta manera para algunos escenarios, y lo peor es que a personas distintas les suele pasar lo mismo. Es decir, no solo es a mí, no soy yo la del “problema”. Es como que en el algoritmo de la vida para esas situaciones siempre va a suceder el mismo evento desafortunado.
Entre tantos misterios, está:
Cuando le dices tus planes a alguien no se dan
Esto es una cosa… no entiendo… Así se lo cuentes a tu mejor amig@ que se supone quiere lo mejor para ti, ese plan por el que tanto estabas esperando se cae. Siempre pasas que va a ocurrir ese ascenso, ese aumento de sueldo, ese viaje tan esperado y cuando lo cuentas es como si le estuvieses lanzando una maldición al plan en cuestión, poco a poco se desmorona o sencillamente no se dió.
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Fuente“A mí nunca me salen espinillas”
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Cuando afirmas que algo sucede de una manera siempre ocurre todo lo contrario
El universo se encarga de dejarte en pena delante de la gente definitivamente jaja. Ocurre que tú dices algo tipo “mi hijo nuuunca me haces pataletas en la calle” (Y EN REALIDAD NUNCA LO HACE), hasta ese día… porque resulta que por cosas de la vida al niño se le mete un espíritu y te hace una escena que sólo quieres que te trague la tierra y tu como que:
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“Yo nunca he aumentado más de dos kilos”
“A mí nunca me da dolor de vientre con la menstruación”
Cuando estas más apurado la impresora le da el patatús y no quiere funcionar
Perdí la cuenta de cuantas veces me sucedió esto en mi vida de estudiante. Se acaba la tinta, o el driver le daba por no funcionar, en fin. La impresora se apreciaba de modo de que no pudieses entregar a tiempo el trabajo o proyecto. A este evento le sigue otro aún más traumante, resulta que como tu impresora no quiso colaborar tú guardas el documento en tu **pendrive** y cuando llegas al sitio donde se supone vas a imprimir: EL ARCHIVO NO AAABREEEE.
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Sales del sitio resignad@ a que perderás la materia pues casualmente es el profesor más… que puedes tener.
Cuando te planchas el cabello, llueve
Hay un dicho que dice “cuando el pobre lava, llueve”, en mi caso “cuando la pobre se plancha el cabello, llueve” y vas tú con esas greñas engrinchadas por todo el camino.
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Estas terminando el trabajo del cual dependía aprobar una materia se va la luz y tú olvidaste darle a “guardar"
Una vez me paso que tuve que transcribir el mismo trabajo 3 veces, léase T R E S. Esto a veces no tiene nombre.
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Si hay una pila de lapiceros agarras el que no tiene tinta
Estas llamando al banco y tienes que anotar la clave provisional que te dan (cabe destacar que estuviste como una hora en tiempo de espera), no tienes con que, rápidamente abres la gaveta de los lapiceros, tomas el que tu instinto te dijo que tomaras y: NO TIENE TIINTAAAAAAAAAA.
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Y estos son algunos de los misterios de la vida que algún día espero descubrir, pero mientras... ¡A VIVIIRRR!