Soy psicólogo. La estima que te tengas a ti mismo, como tú te mires, va a depender de los niveles de aceptación que tú tengas de ti. La estima será alta, si tienes una autovaloración alta de ti. Hay que cuidarse de la autosobrevalorización que raye en la soberbia o el engreimiento. Sin embargo, la “modestia” y la “humildad”, puede ser un signo de hipocresía, al decir que no merece un reconocimiento para encubrir arrogancia. El que lo hace bien debe aceptar que los otros aprecien eso y seas recompensado con felicitaciones. La humildad no cabe en momentos de heroicidad o de proezas que los otros reconocen en ti. No hay que ser humilde y acepar lo que uno merece.
Tener la estima baja, sentirse que no es motivo de placer o goce para los otros, es un autocastigo de personas que alimentan el ser “victimas”, deben observarse en sus componentes patológicos. El fracaso, el fallar, el fracasar e parte del triunfo, es la base de continuar.
Vivimos una sociedad que no se prepara para el éxito si no para exaltar la pobreza, las desgracias, las derrotas, como si fuera una virtud.
Ganar dinero, estar bien, ser prospero, lucir bonitos, ser exitosos son virtudes que esta sociedad los pone como desvirtudes. Se suele premiar a los escoñetados(sic), a lo fracasados, a los que siempre estarán jodidos, es parte de la herencia cristiana que se mueve con sus hipocresías.

La autoestima baja generalmente viene de padres pocos motivacionales o castrantes que critican fuertemente a los hijos o son exageradamente muy exigentes.

La estima es como la libertad, se tiene o no se tiene. Mucha libertad es una maravilla pero puede sr un caballo desbocado y poca libertad es esclavitud y una autoestima baja, es un autoencierro en sí mismo y hay quienes lo disfrutan.