Acechada pt 1

Pensé que todo había acabado. No puedo creer que este sucediendo de nuevo, me estoy volviendo loca ya no tengo vida, estoy aterrada, no puedo ni salir de la casa, hace días que no veo la luz del sol.
Todo comenzó hace 2 meses, cuando estaba de compras con mis amigas comencé a recibir mensajes de texto al principio me extrañé, después de preguntar ¿quién era? y no recibir respuesta a la pregunta le dije que estaba equivocado, inclusive mis amigas vieron el mensaje y me dijeron ¨No le prestes atención simplemente se equivocó y ya, a cualquiera le pasa¨.

Pero luego de 3 días de mensajes continuos sin identificarse, comencé a asustarme, eso ya no era algo normal por dios incluso me decía que me estaba viendo, que me veía hermosa me describía exactamente que llevaba puesto cada día. Opté por apagar el celular pero por un día me resultó imposible por el trabajo y mi mamá se puso histérica porque no me podía localizar me dijo que no puedo andar incomunicada ella necesita saber si estoy bien o no, y si el acoso de esa persona seguía que cambiara de número y así hice justo después de hablar con ella fui a una tienda telefónica, compré otro celular y otra tarjeta SIM. 

Me sentía mucho mejor, no andaba estresada ni asustada todo el día, podía chatear y trabajar normal e incluso mi madre estaba feliz. Pero esa felicidad solo me duro dos días no se como esa persona consiguió mi número. De nuevo inició su acoso telefónico, esta vez fue sin parar a cada segundo tenía un mensaje, ni siquiera dormía porque hasta a las 3 de la mañana me llegaban las notificaciones, así que antes de ir al trabajo fui a la estación de policía y presente una denuncia pero como no especifica quien es la persona detrás de todos esos mensajes me dijeron que no podían hacer mucho, quedé consternada si la policía no me podía ayudar ¿Quién lo haría?...

Cuando llegue a la casa vi que tenía una carta imaginé que era del trabajo, pero al verla no tenía remitente y tuve un mal presentimiento, la carta decía:

Fuiste una mala chica. Ahora tendré que castigarte...