Desglosando la regla de oro

in #spanish7 years ago (edited)

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La regla de oro es un principio prácticamente universal que rige el trato entre los seres humanos y es común en la mayoría de las religiones e incluso es un principio ético y filosófico. En este artículo nos centraremos en la enunciada por Jesús y en su contraparte negativa, que aunque no fue dicha originalmente de esa manera, se utiliza indistintamente la una o la otra cuando nos referimos a "la regla de oro".



La regla de oro aparece dos veces en la Biblia, ambos pasajes se refieren al mismo momento, pero desde el punto de vista de dos evangelistas, Mateo y Lucas. Los pasajes son los siguientes, Mateo 7: 12, "Así que, todo cuanto queráis que os hagan los hombres, así también hacedles vosotros, porque esta es la ley y los profetas" y Lucas 6: "Y conforme deseáis que os hagan los hombres, hacedles igualmente".



Como ya dije, la forma negativa de la regla de oro no aparece en la Biblia, pero es igualmente conocida. Dice más o menos así: "No hagas a los demás lo que no te gusta que te hagan a ti". Empecemos a analizar esta última.



"No". Dicha en forma negativa, la regla de oro nos insta a abstenernos de hacer algo, en este caso somos sujetos pasivos, no se realiza una acción.

"Hagas". ¿De qué tipo de acción hablamos? De aquéllas que no queremos para nosotros mismos. Es decir, el centro de todo, como vamos a ver a lo largo de este breve análisis, somos nosotros mismos, no lo demás.



"Lo que no te gusta (o no quieres) que te hagan a ti". Empatía pura, sencilla. Ponte en el lugar del otro y no le hagas lo que no deseas que te hagan a ti. ¿Por qué digo que el centro soy yo? Porque la referencia es lo que yo no deseo que me pase, lo que a mí no me gusta que me hagan; primero identifico, reconozco que cosas no deseo que me pasen y luego proyecto eso en mi trato con los demás, evitando hacerle a ellos lo mismo. ¿Cuánto sufrimiento se pudiera evitar si aplicáramos esto en nuestras relaciones?

Veamos ahora la regla en positivo, la original.

"Así que, todo cuanto queráis que hagan los hombres..." En esta frase nuevamente soy yo el protagonista más allá aún, mis deseos. ¿Cómo es que deseo ser tratado? De aquí se desprende otro principio que Jesús trató versículos antes citando al antiguo testamento, el cual es una de las bases fundamentales de la salud mental: La autoestima: "Ama a tu prójimo como a ti mismo". El amor no puede existir si no me valoro, sino me siento merecedor de ser amado. La medida del amor a los demás, es la del amor a mí mismo. Mientras más tengo para mí, más tendré para los demás y vice versa... Y si no tengo NADA de amor para mí, no seré capaz de amar tampoco, sino a establecer relaciones tóxicas y dependientes.



"Así también hacedle vosotros". Ahora sí somos sujetos activos, que tomamos la iniciativa, que damos aquello que tenemos y que esperamos recibir de vuelta, pero que lo damos igualmente aunque no lo recibamos. Es un principio de justicia, no puedo dar lo que no tengo, sino solamente lo que poseo; no puedo esperar ser tratado con amabilidad, respeto, consideración y justicia, si mi trato a los demás es rudo, irrespetuoso, desconsiderado e injusto. El que así actúa, demuestra una escasa autoestima y una pobre inteligencia emocional. Solamente cuando nos respetamos, queremos y consideramos a nosotros mismos, seremos capaces de hacer lo mismo con los demás, de manera espontánea y no por cumplir con alguna norma.

Esto nos lleva al final de la regla: "Porque esta es la ley y los profetas". El que practica la regla de oro, no necesita más leyes, porque el amor implica respetar todos los derechos de los demás y no hacer nada que de alguna manera sea nocivo para nadie, uno mismo incluido. El cumplimiento de la regla es el cumplimiento de cada ley civil del mundo y también de la ley de Dios. Es una lástima que un principio universal tan sencillo tenga tan escasos adeptos. No existirían guerras, abusos, crímenes, ni corazones rotos de seguirse esta milenaria recomendación.



¿Tienes alguna opinión, pregunta o comentario? Me gustaría mucho que lo compartieras conmigo :D

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Cuando empecé a leer tu post y decías acerca de la regla de oro, creí que te enfocarías en "Ama a tu prójimo como a ti mismo". Es algo que tengo muy presente dijo Jesús.
Todo esto me lleva a pensar en la familia, en papá y mamá y como están educando a sus hijos, porque los niños son el futuro de la sociedad, cuando los padres falten quedarán los hijos.
No digo que soy una mujer perfecta, pero trato de tener muy en cuenta que cada acción tiene una reacción, soy ser humano y como tal tengo debilidades, pero siempre pienso que el mal que no quiero para los demás no lo quiero para mí y menos para mis hijos.
Creo que todo en este mundo se devuelve tarde que temprano, todas las personas deberíamos tener más cuidado de como actuamos con nuestro prójimo.

Muy buena publicación @psicomar, quisiera darte mi voto, pero tu ya sabes que ahora no puedo votar.

Saludos y abrazos.

Pues no, no sabía jejeje pero no importa, me gusta que igual te pases por el blog y de vez en cuando comentes algo, muchas gracias

En cuanto a lo que dices, la regla de oro no es la que creías, aunque esa es prácticamente lo mismo, si te amas y también a los demás, no querrás nada malo para nadie.

Besos bella

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vaya,muchas gracias amigos!

Excelente post. Lamentablemente la humanidad no le ha prestado la debida atención a esa regla.

"Ama a tu prójimo como a ti mismo".

Con eso es suficiente para resolver todos los problemas de convivencia. Felicitaciones

así es amigo. La solución es tan fácil que al parecer pocos lo creen. Gracias por tu comentario!

Cada situación de la que resultemos victimizandonos es una excelente oportunidad para cuestionarnos si alguna vez hemos hecho algo así a otros. Si de alguna forma hemos sido infieles, si hemos traicionado la confianza de alguien, si mentimos, si jugamos sucio.
Es una regla de oro presentada en cada creencia o práctica con palabras diferentes, pero de las que todos creemos que nos podemos salvar de vez en cuando escudándonos bajo el argumento clásico erróneo de "se lo merece". Como si alguien nos hubiera nombrado jueces de algo sin avisar.

Gran reflexión amiga, gracias porque expresa lo que me faltó decir. Feliz día y gracias!

Mi querido, lamentablemente esa ley se ha puesto a un lado...sí la cada uno pusiera en práctica la regla de oro el mundo sería muy diferente.

pues hay que empezar con uno, aunque nadie se una jejeje besos querida, gracias