El bautismo es la expresión pública para Dios y los creyentes de que uno ha aceptado a Jesucristo como su Salvador personal.

Cuando aceptamos a Cristo, Él nos da su vida eterna. Gálatas 2:20 es el resumen de la realidad del bautismo:

“Estoy crucificado con Cristo: sin embargo, vivo; pero no yo, sino que Cristo vive en mí; y la vida que ahora vivo en la carne, la vivo por la fe del Hijo de Dios, que me amó y se entregó por mí ".

En el bautismo, la inmersión en agua simboliza nuestra muerte con Cristo. A través de la fe en Cristo, somos resucitados junto con Él a medida que somos elevados simbólicamente fuera del agua (la tumba). Ahora vivimos la vida de la Nueva Creación porque Cristo vive en nosotros. Estamos

"sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos." Colosenses 2:12

“¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva". Romanos 6:3-4

Es en el nombre de Jesús que somos bautizados. El bautismo al que se hace referencia en Mateo 28:19 (bautismo en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo) es el bautismo para el Milenio. No es el bautismo hecho en el nombre de Jesús, el bautismo para esta era.

Ser bautizado no te salva. Si el bautismo fuera un requisito para la salvación, uno de los ladrones en la cruz nunca habría entrado en el cielo, ya que no tuvo tiempo para el bautismo, ya que no aceptó a Cristo hasta el momento antes de su muerte. Al respirar por última vez, le dijo a Jesús...

“Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino. Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso”. Lucas 23:42-43

El ladrón confesó a Jesús como Señor, y en ese momento estaba destinado al cielo.

Otro claro ejemplo de la necesidad de la salvación antes del bautismo se encuentra en Hechos 8:36-38, en el relato de Felipe y el eunuco:

“Y yendo por el camino, llegaron a cierta agua, y dijo el eunuco: Aquí hay agua; ¿qué impide que yo sea bautizado? Felipe dijo: Si crees de todo corazón, bien puedes. Y respondiendo, dijo: Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios. Y mandó parar el carro; y descendieron ambos al agua, Felipe y el eunuco, y le bautizó". Hechos 8:36-38

El eunuco primero confesó su creencia en Jesucristo como el Hijo de Dios, y luego fue bautizado. Estos ejemplos explican por qué el bautismo infantil no tiene ningún efecto para la salvación. Uno debe ser de la edad de la responsabilidad y poder haber confesado a Jesús como Señor antes de ser bautizado.

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2 Corintios 13:14 La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros. Amén.

Querido lector, seas bendecido en cada área de tu vida!

* Material de apoyo Biblia Reina-Valera RVR1960