Porque alejarse también es una prueba de amor
Nunca imagine adentrarme a mi inconsciencia por desamor. Por un sentimiento no correspondido, por una conexión desigual e incomprendida, que me va permitiendo conocer aquel remoto lugar donde habita mi más luminosa esencia y a su vez, mi más absoluta oscuridad, mi dualidad, aquellas mitades que componen el yin y el yang.
Entrar y ver mis deficiencias, mis debilidades y mis carencias llegando a un momento de cuestionamiento y reflexión introspectiva. Nunca imagine derrumbarme entre lagrimas y sensaciones grises por sentirme en el medio de un huracán. Sin poder desconectarme de aquel sentimiento que me ata a una persona que no me corresponde. Aún cuando desaparecer del mapa y alejarse siempre ha sido la mayor tentativa del plan de resiliencia.
Pero, de pronto, sientes que nada ha sucedido por casualidad, comprendes que la sincronizad de los encuentros y desaciertos forman parte de una experiencia que ha llegado a ti con la firme intención de despertarte a la evolución de tu ser. En algún momento la vida nos recuerda que cada paso y cada encuentro es parte de nuestro crecimiento, nos hace reconocer nuestra fragilidad para integrarla a nuestra sabiduría y a nuestra fortaleza, nos hace entender que debemos amarnos en las sombras y en las más luminosas escenas de nuestra vida para encontrar ese amor verdadero, que es el amor a tu ser interior, a ese pequeño niño/a que ríe y se esconde como si de un juego se tratase esperando ser descubierto, y con un cálido abrazo encontrado.
A veces no entiendo nada, me pierdo entre mis emociones como si se tratase de una noche oscura en el océano, helado, desierto y con la incertidumbre de no saber cual será el próximo paso a dar.
¿Se puede querer a una persona en muy poco tiempo? Sí.
¿Se puede ser egoísta pensando en la correspondencia de un amor que demuestra no pertenecernos? No
Crecemos cuando decidimos fortalecernos de aquellas experiencias dolorosas que enfrentamos, crecemos cuando estamos dispuestos a alejarnos de quien no nos corresponde pero sentimos amar. Cuando entendemos que la felicidad del otro también es la nuestra. Y no importa si hay alguien más ocupando el lugar que nos hubiese encantado ocupar, por que alejarnos también es una prueba de amor.
¡Gracias vida! Gracias por darme la sabiduría de soltar, confiar y seguir el camino.
— " Existen personas que nos inspiran, otras que nos enseñan algo nuevo y existen aquellas que simplemente, sin pedir permiso, tocan nuestra alma y nos dan las más grandes lecciones sin ni siquiera saberlo"
¡Gracias por lo aprendido!