Blog: La ausencia de electricidad y la presencia de la determinación
El jueves a las 5pm hubo un apagón eléctrico, más tarde nos enteraríamos que había ocurrido una falla en la represa del Guri, la planta eléctrica que surte la electricidad a la mayor parte de la nación, no voy a hablar aquí de las causas de ese suceso que embargo a Venezuela a estar sin servicio eléctrico por mas de tres días, solo quiero tocar mi punto de vista de lo que observe de manera personal y subjetiva sobre este curioso hecho.
Lo primero que pude notar fue el gran aburrimiento que nos puede embarcar el no tener electricidad, durante el día, si aprovechas la luz del sol y a pudiste hacer lo necesario para continuar viviendo, en ese rato de ocio puedes leer un libro o hacer tantos sudokus como tengas a disposición. Incluso desempolvar la guitarra y rasgar algunos acordes de canciones que ya creías olvidadas para pasar el rato, o simplemente conversar con familiares y vecinos sobre cualquier tema que te permita despejar la mente de lo que está ocurriendo, porque esta realidad no es como ir a un día de campo.
Es notable el tiempo que pasamos frente a un televisor, un teléfono celular o un computador, siempre frente a una pantalla y que, sin electricidad, no funcionan y el tiempo cambia totalmente, es decir, mientras más pasa el tiempo, mas lento se te hace el día.
La noche sin embargo es mas larga aun, si logras crear una hoguera de luz puedes pasar el rato conversando, pero en ocasiones lo que crees horas son solo minutos y el tiempo que normalmente se va de manera fugaz cuando vemos algún programa en la tv. Y no es el calor de la noche por estar en pleno verano (Venezuela es un país tropical con solo dos estaciones y el verano está en su apogeo), lo que no te permite dormir, porque hace rato que duermo sin aire acondicionado, es el fastidio del silencio. Si, el silencio, no se oye prácticamente nada, algún ave nocturna, las risas de algún vecino a la distancia, el viento golpeando algunos objetos o un vehículo solitario que circula por la calle a esas horas.
Los primeros dos días fueron llevaderos, luego la ausencia de la abundancia de agua (sin electricidad las bombas que mandan el agua a los hogares no funcionan), toca reunir lo que hay y montar ideas para rendirla, ahí comprendí que mi familia esta diseñada para subsistir, que saben mantenerse a flote aun cuando las cosas parecen perdidas, mantienen ese espíritu de lucha que los hace grandes, esa determinación de hacer las cosas a pesar de todo y me sentí orgulloso, aunque no lo dije y en ocasiones esto me podía llegar a frustrar.
¿Por qué? Sencillo, en momentos me sentía impotente incluso inútil pues aun cuando podía hacer cosas para colaborar note que la mayor parte de mis habilidades radican en el uso o apoyo de un aparato eléctrico, increíble, la tecnología esa que a algunos abruma y que para mi es solo un instrumento, sin ella parecía que estaba falto de algo, cosa que no es cierta, pues logre mantenerme a flote junto a los míos hasta el regreso del sistema eléctrico en la noche del domingo, después allí que pude observar los distintos sucesos ocurridos alrededor del país, en una situación que derivo en mas problemas de los que ya se tienen, pero solo junto a aquellos que queremos y con determinación lograremos salir adelante.
Nos toca aprender, a los venezolanos, a la fuerza, a los golpes, pero espero que no se nos olvide para no cometer el mismo error de nuevo, la historia nos dictara el camino, el futuro es nuestro, amanecerá y veremos.
.-Oscar Jesús Martinez