La vida por el sexo
¡Nada, nada!
En las desembocaduras y causes de algunos ríos hay un pez que es toda una rareza y curiosidad en cuanto a su ciclo de vida se refiere, principalmente como ejemplo de constancia y perseverancia pues al alcanzar la edad de adultez retorna del sitio donde nació puede que haciendo uso de su memoria genética, nadando contra la corriente a través de varios cientos de kilómetros, compitiendo con centenares, quizás miles de otros en el camino, sorteando una gran cantidad de obstáculos y peligros para su propia vida. Salvan peligros, rocas, depredadores, falta de oxígeno, falta de fuerzas, del espacio con agua donde nadar; llegar heridos, cortejar, aprovechar alguna oportunidad de descuido de parejas en desove, muchos mueren en el camino y muchos otros habrán completado su ruta fallando en el fin último. Esto es el camino que deben tomar los salmones en cierto momento de su vida de forma obligatoria ¿Cuál es este objetivo que los lleva a vivir tal experiencia? Sexo.
Un caballo bien relleno
Por allá entre los siglos XIII y XII a.c. Cuando se disputó una de las más grandes batallas narradas conocidas, donde aqueos derrotaron a troyanos con el ingenio y habilidad al rellenar un gran presente en forma de caballo con gran cantidad de guerreros y tendiendoles una emboscada derrotaron a la ciudad impenetrable hasta ese momento. Dioses persas se enfrentaron a los dioses griegos en la batalla donde cayeron guerreros como Paris, Héctor, Agamenon, Alquiles y otros muchos, además de la gran ciudad de Troya; toda una guerra desatada por el secuestro de una mujer comprometida; Helena, esposa de Menelao y secuestrada por Paris. Además de tener una vida trágica de principio a fin, en su trayecto dejó la muerte y guerras que sólo puede dejar una mujer de gran belleza y a quien todo hombre deseara para si.
Viuda por naturaleza
En cierto sembradío de un hacendado en época de verano, la hembra de una pequeña especie arácnida está formando capuchones con cientos de huevos con de sus crías adentro, que luego de al menos 14 días, eclocionarán para dar paso a la vida. Pero solo pocos sobrevivirán al entorno y a sus propios hermanos que harán uso del canibalismo de ser necesario para sobrevivir... 1 12Previo a todo ésto, la madre debe completar la danza del cortejo donde el macho normalmente muere devorado por su hembra en pro de asegurar más alimentos; si, es por esto que la viuda negra recibe tal nombre, mata y se come a su pareja una vez terminado el acto sexual.
¿No nos dejan? Pues nos morimos
En otra historia muy conocida nos encontramos con una pareja de enamorados a quienes la vida y la circunstancias se opusieron enormemente a su unión, causando una locura apasionada donde los Capuleto y los Montesco llorarían por su terquedad. Claro que el amor que profesaban los eternos enamorados fue lo que llevó al desenlace trágico ultraconocido pero haciendo de lado las flores y perfumes que se le dan al romanticismo, detrás de todas las capas de seda y melodías, el amor en su cúspide llega al sexo entre amantes. Así pues si no les permiten la libertad de sexo con quien han elegido, la vida pierde el sentido para ellos, haciendo que Romeo y Julieta prefieran dejar de vivir.
Estos y muchos otros ejemplos que podemos encontrar en la historia y en la naturaleza del mundo, nos muestran la influencia que tiene el sexo sobre los seres vivos (en especial sobre hombres), de llevarlo a tal punto de ignorar los peligros, e incluso a consecuencias fatales que nos conlleva. Pero después de todo es uno de los motores de la vida y bien sea por instinto de supervivencia de la especie o por puro placer del individuo, el sexo es uno de los motores de la vida y que mueve una influencia inconmesurable. Es por eso que antes de sentir remordimientos por el libre sexo o sentir que estás cayendo en libertinaje puedes tener la seguridad que no llegará a tales finales trágicos como los mencionados acá.
Muchas gracias por la lectura, después de un tiempo sin presentar nada quise presentar un artículo de forma un poco diferente a lo habitual y recordar como hay fuerzas nos llevan al límite, más allá incluso del instinto de supervivencia o del sentido común ¿Qué fuerza más influyente que la del sexo? Si, hay más... Pero hoy solo hablamos de sexo. Saludos.