Un viejo sacerdote estaba cansado de que sus parroquianos confesaran adulterio.

Un domingo, en el púlpito, dijo: "si oigo una vez mas que alguien confiesa haber cometido adulterio, renuncio".Todos preocupados acordaron utilizar una palabra clave. Alguien que había cometido adulterio diría que había "caído". Esto pareció satisfacer al viejo sacerdote y las cosas fueron bien, hasta que el sacerdote murió años despues. Aproximadamente una semana después de la llegada del nuevo sacerdote, este visitó al alcalde de la ciudad muy preocupado. El sacerdote dijo: "tiene que hacer algo con las aceras del pueblo. Cuando las personas entran al confesionario, no hablan de otra cosa que de sus caidas". El alcalde comenzó a reírse, dándose cuenta de que nadie le había dicho al nuevo sacerdote acerca de la palabra clave. Antes de que el alcalde pudiera explicar, el sacerdote alterado por lo que considero una burla le grito: "No sé de qué se rie, su esposa se cayó tres veces esta semana".

Source: https://imgur.com/a/MBuUrPu Abigail Ratchford