El Poder de la Imaginación
La imagen de "La balsa de la Medusa" fue utilizada para ilustrar aquellas personas que se aferran a un sueño y a los que en el camino a ese sueño; esa idea, ese imaginario, a los que siguen al que define el destino, los que dudan de que exista ese destino, y a los que se rinden y van muriendo en el camino. Esta idea sobre tal ilustración del "romanticismo" es una interpretación muy interesante que escuche cuando estaba aprendiendo sobre MLM con líderes de la multinacional Amway de Venezuela. Esto fue hace unos 10 años, pero a mediados de 2013 utilice esta misma idea para crear un concepto de motivación y liderazgo para unas reuniones para supervisores. No he logrado conseguir esta presentación de powerpoint pero solo dedo armarla nuevamente para dejar constancia de este hecho.
El líder, el soñador, el guía, el que cree.
En esta imagen se puede visualizar un hombre que está apoyado en un barril para poder mirar desde lo alto, mirando al horizonte con un pedazo de tela en la mano, como haciendo esfuerzos por ver lo que él busca y sabe que está en ese infinito horizonte bañado de una tempestad indómita. Este hombre es quien mantiene su fuerza y creencia en lo que el ha soñado; quizás ya conoce el camino o quizás solo lo imagina, pero se aferra a esa idea y la busca sin cansancio; y en esa tarea que es solo de él, él mismo se convierte en la esperanza de otros que están en su misma situación, que no ven con sus ojos la realidad de esa hora, pues ellos están enfocados en el ahora, pero que al ver su fe sienten que el es esperanza, que el tiene una visión más allá del horizonte que ellos no logran ver.
Los que están en el camino de conocer la verdad.
Hay otro hombre que se pone a la tarea de compartir con los demás que él cree en el líder y que este vé un destino más allá del horizonte infinito y busca rescatar a los más cercanos a estas palabras y les habla de la visión de este hombre y de su fe. El no ve lo que vé el líder, pero el cree y eso le da la confianza para compartir con los demás para que otros se unan en una empresa para conseguir el destino. Aunque el no tiene el poder de la visualización, de la imaginación del líder, él tiene confianza en la fe del otro, y esto lo hace perfectible y lo coloca más cerca de la verdad; el sabe que el otro tiene el poder de ver más allá y el está en ese camino, por lo tanto cree.
Los que no están interesados en saber, solo necesitan un líder.
Hay otros que no les interesa saber que es lo que ve el líder; ellos solo necesitan estar en presencia de alguien que los guíe, alguien que ellos puedan tocar y sentir, porque ellos son de este mundo y no creen en lo subjetivo, para ellos todo debe ser real en este mundo y a ello se aferran; entonces el líder es su salvación y es de este la responsabilidad de sus vidas, no de ellos, sin embargo son tantos que le impiden al líder, al soñador mantenerse en su barril para elevarse y éste debe sobresalir de ellos para mantener su sueño y su visión imaginaria hasta que esta se haga realidad en este mundo material
Los que dudan del destino y no hacen nada por cambiar.
Verás a algunos que no les interesa lo que el líder vé más allá del horizonte; para ellos su realidad no se puede cambiar y solo aceptan esa realidad. Como se creen impotentes ante la tempestad, solo esperan el momento del desenlace de su vida, porque esta no le pertenece, el vive en un espacio que el no controla y solo se deja llevar por las circunstancias, entonces le dan la espalda al líder y van a consolar a los que ya se rindieron y a llorar a los muertos.
Los que tratan de convencer que no hay destino, que no vale la pena.
También están los que ya están convencidos de que no hay salvación, y les interesa poco en lo que dice el líder y quien lo secunda, solo les interesa no quedarse solos a la hora de su muerte, por eso tratan de impedir que otros se unan al líder y se queden a esperar su fatalidad; estos tratan de impedir que otros se una a la visión del líder, tratan de impedir que tengan fe y que vea lo que ellos no pueden ver, quizás por que ellos no lo entienden, y le temen a quedarse solos en la incertidumbre de su muerte.
Los que se rindieron y los que murieron.
También verás que muchos han perecido y de estos no hay mucho que decir.