¿Sabes que me gustaba hacer? Me encantaba respirar el aire fresco por las mañanas, salir a caminar junto a mi bella esposa, me gustaba su café matutino y su tierno beso de buenos días.

Ahora solo me queda estar aquí viéndolos a todos llorar por mí, viéndolo a mi bella esposa con ojeras y los ojos hinchados, sus manos ya manchadas por el maquillaje que se iba quitando poco a poco por cada pasada que hacía para limpiarse.

Yo los extraño, los extraño y los tengo frente a mí, pero lastima, ellos solo ven mi cuerpo inerte acostado en una caja de madera, pronto ya no lo harán, pronto todo eso se irá y sus recuerdos se esfumarán, pronto yo, pronto yo “OH DIOS” pronto ya no existiré más.

Su recuerdo es lo que me mantiene así, ya una semana ha pasado y veo que mis amigos ya muy seniles no pueden recordar, y mis conocidos que una vez llegamos a tomar un té en la calle me olvidaron hace mucho, mis familiares lejanos ni sabían de mi existencia después de nacer, a lo mucho, tenían una vaga referencia de mí.

Siento que me debilito, siento que esto lo viví, claro que, si lo hice, justo al momento de morir, sin querer expresarme con descaro maldecía la muerte, su vil y retorcido plan era alejarme de todo lo que más quería, mi familia tan feliz y mis amigos tan unidos, de mi vida como un hombre correcto sin ningún delito penado por la ley, yo solo quería volver, pero sabía que no podría hacerlo nunca más.

Ya han pasado más de ¿cuatro, cinco años? Veo que ya mi fuerza era escasa, no podía seguir así, solo podía recostarme inexistentemente en esa cama que compartía con mi dulce esposa, ella y mi hijo aun me recordaban, pero, ¿Cuánto iba a durar así? Ella ya tenía más de ochenta y mi hijo ya con familia, y pronto esa familia iba a tener su propia familia, no pude conocer a mi nietecita y menos a su prometido, yo solo pude vivir mi vida contándola en un fragmento muy pequeño. Descarado yo era, descarado toda mi vida, pude haberle dedicado más tiempo a mis seres queridos, pero el trabajo me consumió, solo vivía para trabajar pasé trabajado casi hasta la hora de mi muerte.

Pero no creo que yo era el descarado en sí, mi jefe no tenía alma y exprimía la de los demás, él era cruel y no aprobaba ni recompensaba a sus más fieles empleados, y muchísimo menos a los que trabajábamos en cargos menores. El me robó mucho de mi vida.

Pero al quejarme día tras día solo haría que me envenenara el alma con un cochino sentimiento de repudio hacia todo, y yo no quería eso, no quería y menos al tener a mi esposa manteniéndome aquí. Todo lo haré por ella, todo lo hice por ella, y ella es lo que me ha mantenido en mis cabales y me hace sentir así, ella lo es todo para mí. Mi esposa más que un sol, ella es la galaxia entera.

“Oh mi amor, ¿estuviste aquí todo el tiempo?” escucho a lo lejos y me volteo, era mi esposa muy bonita caminando hacia mí, “¿Cuánto tiempo estuve sin prestarte atención?", hace un par de momentos te vi en el parque dándole comida a los patos en el estanque…” mi impresión era obvia, pero su respuesta me impresionó mucho más.

“Oh mi lindo esposo, han pasado 7 años de eso, no había ido a un parque desde ese día, luego mis piernas empezaron a fallar y muy pronto ya no pude caminar, luego me venían a atender y ya al paso del tiempo mi débil cuerpo no pudo resistir más.”

“Cielos, eso es triste mi amor”

“No te sientas mal por mí, yo estoy más feliz que nunca, he recobrado las fuerzas y te encontré a ti, mi amor”

“Siempre te estuve esperando, pero nunca quería que sintieras la misma soledad que yo al llegar aquí”

“Al contrario, gracias a ti, nunca más estaré sola, eres lo que me llena, eres lo único que me haría sentir segura y acompañada, eres mi compañero por siempre.”

Ambos nos tomamos de las manos y nos miramos, nuestra mirada muy dulce y sincera, ambos nos extrañábamos, ambos ahora estábamos juntos una vez más, ahora y siempre lo estaremos.

Nos abrazamos y nos besamos, luego sentíamos que rejuvenecíamos poco a poco, nuestras arrugas y cabello canoso se iba y volvíamos a tener un lindo cuerpo juvenil, solo cerramos los ojos, nos sujetamos las manos y sonreímos, y pudimos sentir como ya no teníamos cuerpo, sabíamos que éramos dos almas que se haría un, y así lo fue, nos unimos y desaparecimos juntos, juntos por siempre.

Fuente

Dale el amor a quien se lo merezca, porque al morir eso es lo que nos mantiene unido a los recuerdos.@mochirg