ECONOMÍA Y EFECTO DOMINÓ
Fuente img:http://noespaisparaeconomistas.blogspot.com/2012/07/siguen-cayendo-fichas-del-domino-murcia.html
Las cartas están boca arriba. Las dados ya han sido lanzados. La primera ficha de dominó ha sido empujada y a continuación caerán las demás.
Se tiene conocimiento de la teoría del cisne negro: un evento inesperado que termina causando consecuencias imprevistas.
Casi siempre, para peor.
El cisne en esta ocasión, fue el llamado coronavirus, pandemia que encerró en sus casas a millones de personas y paralizó la economía planetaria. En estos días, la única consigna es vencer al virus.
Pronto las cosas cambian, y el primer problema pasa a ser la economía.
Cuando te recluyen en casa, no puedes ir a trabajar.Lógico.La empresa te despide temporalmente, e incluso es posible que el negocio se vaya a pique.
Y así para millones de personas.
Hordas desesperadas sin ingresos, incurren necesariamente en los llamados impagos. Y las consecuencias de nuestras desgracias, afectan incluso a aquellos que han esquivado las balas.
Las torres altas han de caer.
Está por venir un apocalipsis de impagos en la economía mundial; un desastre que derrumbará la torre de naipes de nuestro sistema financiero. Las empresas están megaendeudadas: años de recompra de acciones y dividendos ostentosos, han dado paso a caídas del valor y recortes de gasto.
Supresión de dividendos.Despidos.Cierres.
1de cada 6 empresas es un zombi. Se mantiene viva y empantanada en deuda. Deuda que el negocio no es capaz de pagar. Estas empresas, morirán si no reciben la respiración artificial del dinero gratis.
Ahora mismo, 800000 millones de dólares podrían caer de bono de inversión a bono basura. Los inversores se preparan para perderlo todo; las empresas para echar el cierre y los trabajadores, temen no encontrar otro empleo.
Así termina esta orgía de dinero barato, financiarización masiva y recompras de acciones. Los inversores agraciados han hecho caja abundante; y también los CEO que saltaron de ese barco camino de hundirse.
Para los que quedamos en la barcaza, la única esperanza es no ahogarnos en las aguas turbulentas. Y la cosa está bastante difícil.
La hipotermia está servida y puede que no nos recuperemos.