No tengo la más miserable idea de lo que estoy haciendo con mi vida. De lo que sí tengo idea es de lo que pensé antes de quedar aquí en mi rol de meditador inevitable, degustando del amargo sabor de tu abandono y el dulzor de mi café. El mundo se ve tan pequeño desde acá, y de hecho lo es, este pequeño techo sirve de refugio a la catástrofe, diminuto bastión alejado de la hecatombe que me agrada frecuentar y en el que por un módico precio puedes abandonar tus males atrás.
Nada como un café para que una conversación se desenvuelva con la facilidad de un pergamino. Yo, amante de lo agridulce, aprovecho mis ratos libres para entrar por esa puerta y dejarme perder, soltar las máscaras personalizadas que te obliga a llevar la vida y ser yo. Qué goce aquel que hallan unos personajes libres de las amarras que los aprietan, cuando por fin son solo almas desnudas y el ferviente líquido le devuelve la energía a su espíritu. Presos de sí mismos pero adictos a la libertad, reviviendo fotogramas pasados para dejarlo todo afuera.
Hoy pasé por la puerta y mis máscaras no se han desvanecido. No me extrañé, me senté a tu espera y ordené un mocaccino ya ella debería estar en camino, la emoción que me causaba haber podido orquestar este encuentro era más que el miedo que tenía de que todo saliera mal, buena señal para mí, al fin y al cabo. El sol resplandecía como nunca en el infernal clima veraniego de la ciudad, pero de nuevo en aquella cafetería era libre de él, como de casi cualquier otra cosa.
Miro hipnotizado hacia la puerta, atento a tu llegada. Retiro la mirada cuando mi orden finalmente llega a mi mesa y sorbo lentamente, cierro los ojos por un rato y me relajo, escucho todo el ambiente ajeno a mí y me dispongo a hacerme parte de él, pero mi máscara no cede. ¿Qué sucede hoy? Me están ganando los nervios, suelto mi taza e intento apartar a mis pensamientos sin resultado alguno.
Mis pensamientos se resumen a ella y su “allá estaré”, en el cual deposité toda confianza. En su belleza caería cualquier estúpido, y para mi mala suerte comenzaba a creer que ahora formaba parte de ellos. Reina indolente sentada en su trono de indiferencia, probablemente inadvertida de mi recordatorio a nuestra cita. Ninfa de cabello enrollado y talante arcano, y yo absorto en su magnificencia, ignorante del infortunio, creyéndola un sueño hecho realidad.
No fue casualidad que te creyera un sueño, porque ciertamente me tocaría despertar apresurado huyendo de los ecos del alma, del grito siniestro que desgarra y parte en dos a uno por dentro. Nota ascendente que estalla en mis tímpanos, y deja inmóvil con los ojos abiertos y la mente en blanco. Emoción alterada a tristeza, decepción del que pierde su tiempo en esperanzas ilusorias.
No era nadie sentado en aquella mesa, pidiendo la hora y esperando un poco más hasta el cansancio. Mi máscara me asfixiaba y ni ese pequeño albergue que esperaba fuera cuna de un sentimiento servía como escape ahora, más bien colaboraba ahora en robarme el aire. Resignado me fugué de ese lugar en pleno trance desgraciado del enfado, sin tener a dónde correr, sin tener a dónde marcharme más que a casa en una vuelta desolada.
Nunca hubo respuesta a tu desaparición ese día, desconozco si por pura desgana o a causa de vergüenza. No reclamé tampoco ninguna contestación de tu parte al no hallarle sentido a estirar una cuerda ya rota. Me conformé con poder pasar a tu lado sin bajar la mirada cuando las estrechas calles por las que transitamos nos hacen cruzarnos. Puede ser que me hayas hecho un favor al no acudir ese día, quién sabe. Lo único que te preguntaría es si en verdad hizo falta tanto silencio, si un simple “lo siento” te hubiera costado más tiempo del que perdí esperándote.
Una canción para el momento
Me flipa tu forma de expresar las cosas, me ha encantado , yeahhhh.
¡Qué genial! Gratamente agradecido de que hayan disfrutado mi publicación. ¡Un saludo al equipo de @sancho.panza y @cervantes!
que buen relato, me he sentado a tu lado en silencio en espera de nadie. Saludos
¡Gracias Analiese! Saludos de vuelta ;)
Me gusto mucho tu post, es una excelente idea ambientar las palabras con música.
Gracias por la apreciación, Alessandra. Un gran saludo ;)
Que nivel de narrativa te felicito.
Muchas gracias, breili. Un abrazo.