Desvarianzas en estado de ingravidez
Estado extático, alterado, con lluvia de cosquillas imaginarias entre la barriga y el pecho. Aquí estoy, rendida ante la poderosa existencia. Soy el vórtice en medio de un huracán embravecido de preguntas y supuestos propósitos, pero no lucho, no, me entrego, acepto y me rindo a lo inmenso. Confío. Inconmensurable es lo que ignoro, poco lo que sé: jamás insignificante. Las picadas de bachaco enseñan. Mira, es que a veces, esta noche, sólo creo en el momento: el aroma de orégano que desprende la carne que cocina Víctor, la voz que sale de la bocina y la luz amarillenta del techo de Jota. Sobre todo este bloqueo del mañana, esta alegría, ¿ves? Vine a vivir las carcajadas y el amor, la birra y la mordida en la boca.
El cartel de la pared anuncia que el propietario no se hace responsable de su comportamiento cuando está intoxicado.
Causando un poco mas preguntas que respuestas. Insospechosa... Te quedo genial!
que finooo
Gracias, negritoo
Muchas gracias. ✨🌷