El mar es la clave de mi felicidad

Muchas veces dejamos que nuestra felicidad dependa de alguien más, permitiendo que otros decidan nuestra dicha. Nos alejamos cada día del gozo de nuestro ser, de la dicha del hecho de ser feliz.

Desde hace cierto tiempo comprendí que era un error. Esperar que me ofrezcan ese mágico sentimiento es una abominación. Sí, es común y normal que nos afecten las cosas de nuestro alrededor, pero simplemente no hay que darle la importancia de que afecte nuestro estado de perfecta armonía.

El equilibrio perfecto que encontré ante las diversas situaciones estresantes que puedan llegar a desviarme de mi sentimiento de tranquilidad fue muy simple. Relajarme.

Acudir a un lugar que de por sí transmita paz y que me permita olvidar por un momento todas las malas experiencias es mi mejor alternativa. Para mi fortuna, he podido mantener la constancia, alejando las malas experiencias de mi mente.

Margarita, conocida siempre por sus playas es vida y sabor.

Es divino salir de la rutina y conectar un poco con nosotros mismos y con los que queremos. Luego del estrés, los malos días y las lágrimas derramadas, disfrutar de la arena caliente, el mar tibio y la brisa de verano es magia.

¿Sabes que le suma aún más felicidad a estos momentos? el disfrutar de comidas deliciosas.

Una deliciosa parrilla mar y tierra, que nos enriquece el paladar.

Siempre he amado la comida, y en combinación con mi lugar favorito, el mar, es oro puro. ¿Cómo no olvidar los problemas? Tener esto es la mayor felicidad que podemos tener.

Vivamos nuestra vida cada día como si fuese el último. La vida es hoy, no esperemos mañana para arrepentirnos de no ser felices con lo que teníamos en nuestro presente.

Amemos nuestra vida

Imágenes: Autoría propia, 2020
Cámara: Samsung J7 pro, 13 megapíxeles.
Gif editado por autor, en programa Photoshop Cs5