El día 5 me tragó.

in #spanish6 years ago

Seré corta. Concisa. Diré pocas palabras y no porque no tenga muchas dentro del cajón. Hay muchas, demasiadas. Pero nos gusta lo pequeño y lo rápido cuando de palabras se trata. Así que: en este trote del diario viví rapidito la sensación común de un proyecto cualquiera: el sueño y la luz prometedora de poder conseguirlo, de tenerlo en el futuro en tus manos. Luego vino la satisfacción de poner ladrillo y pegamento, ladrillo y pegamento para cumplir el sueño. Que rica la sensación de estar haciendo ''algo''. Pero hay otro ''algo'' que no quiere que haga cosas. Así de sencillo. Existe un saboteador en mí que pronto asesinare como lo exige: directo, seco, sin titubeos. Pero hoy quien tiene la lanza es él y le gusta jugar a la cacería. Yo, coneja blanca con reloj en mano corro apurada por el tiempo y por el monstruo que quiere matarme. Ansiedad y miedo, que maravilla. Y la maravilla dio un regalito lleno de descuido y muy atractivo para los lobos que soplan y tumban casas. Esta casi la tumba. Gracias al universo que no soy tan mediocre y débil como antes. Hoy regreso. En otras, ya experimento la independencia plena. La soledad regalada por la ausencia del calor familiar es una maestra de copos y puntas afiladas y frías. Cada vez que abre paso como reina en los espacios que llenaban mi madre y mis hermanos, crea espinas perfectas y ágiles para crear la punzada. Finales de diciembre y estos días de enero han sido una constante sacadera de alfileres y agujas y espinas y aguijones. Todos sacados con la misma pinza. Me volví experta y casi ciega.
Y la última, para sentirme libre, aunque no esté jodida y este bien, otro monstruo quiere convencerme de lo contrario. Quizás pierda otra vez, pero quién?

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