Día 2. Estrés o quiebrate, Francisca.

in #spanish6 years ago

Actualmente estoy en un proceso magistral y lleno de promesas lindas y utópicas como fines del sueño y acabose del sufrimiento. Estoy a un par de meses que me brille la vagina y sea idolatrada por una horda de mi mismas en una fiesta inacabable lleno de agradecimiento y dicha. Remarco: a unos meses. Como aun me falta, en el camino y en el punto en el que me encuentro, tengo todavía lapsos graves o picos de odio y descontrol. Fugas. En esta tarde sin viento y nubes que me distraigan… tengo un pico prominente y falocratico desde el pecho hasta el techo de mi habitación. Si estuviera bajo un contexto sexual o erótico y violento/crudo, no me molestaría. Pero no. No hay placer ni posibles orgasmos cerca. Solo ha obstinación o arrechera -es decir, rabia- acumulada en una esquinita de mi templo. Me da una pista muy clara: acumulación. Por lo visto soy adicta a acumular basura y desechos en los huequitos de los espacio que habito. Si visitaran mi cuarto esta teoría no fuera tan descabellada. Tengo un montón de objetos diminutos y sin sitio que ocupan espacios imprevistos y muy sorpresivos. Por ejemplo, si vas a tomar un libro del estante no te sorprenda que se venga con él un objeto curioso y pequeño cuando lo retires. Al final, no tomas solo la cosa que buscas… sino otra más. Así están las cosas dentro. Vienen en pares y acumuladas. Qué lindo, Francisca. Primera desgracia, muchachos. Que solución proponen?

Francisca #1: Bueno, amiga, yo postulo la opción de soltar la rama.
Francisca #2: Apoyo la opción de la 1. Dibuja la rama y suéltala.
Francisca #5: Pero si ya lo ha hecho y miren como está.
Francisca #2: Al menos lo intenta. Y al intentar…
Francisca #3: Shh… va a hablar la diosa.

Soltar la rama eh… Otra vez. No puedo evitar sonreír. Soltar, cuando te lo dice quien no sostiene lo tuyo, suena dulce y sencillo. Es como si tuvieran un lápiz y pudieran dejarlo caer en cualquier momento que quisiera. Pero todos estamos conscientes que nuestras preocupaciones… son preocupaciones queridas, no es así? Y como dejas ir algo que quieres contigo? Si, muchachos, somos masoquistas. Nos encanta serlo. Ayer me comentaron que ''la vida a veces oculta algunas cosas'' o, en otras palabras, lo pones difícil. Y respondí sin titubear que no es la vida sino uno. Uno mismo es quien aclarece, oscurece, destapa o esconde todo los que nos rodea en este sueño tan dulce y adictivo. Un sueño. Admito que al hacer memoria de mis palabras para mi amigo el filósofo de la vida como alguien burlón y juguetón, se me torna más fácil la acción de soltar. Y más cuando recuerdo que esto es un sueño. Asi que, Franciscas, muéstrenme cual es la rama que tengo que dejar de agarrar. -y de inmediato empieza a llover ramas de forma leve y continua hasta volverse un chaparrón de palos y hojas secas en un cuarto cerrado y con techo-

Con amor, Francisca. 06/12/18
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