Así me siento cuando se apaga la luz
Las noches no son siempre placenteras para las almas rotas, tranquilidad y paz me acompañan cuando mi corazón solo se dedica a latir y no a sentir, mi cabeza da vueltas entre preguntas y respuestas que no llegaron y mis sentimientos se niegan a renacer.
Por dentro mi alma llora, una historia a medio escribir y una vida a medio vivir, necesitaba entregarte todo mi ser.
Extrañar a una persona va más allá del contacto físico, va más allá de cerrar los ojos e imaginar aquella sonrisa que ya no está, aquel olor cautivador que se fue y no volvió, la visita inesperada, los momentos improvisados y los sentimientos que quedaron guardados.
Cuando llega la noche, estoy rodeada de un frió que no calienta mi cuerpo.
Cae sobre mí la pesadumbre de una amarga soledad.
Me acarician lágrimas que brotan desde mi corazón desconsolado.
Abrumador sentimiento que no me deja dormir.
Desgarrador el silencio de tu ausencia.
Agonizante el anhelo de tus besos.
Laceraciones en mi piel por falta del rose con tus manos.
Asfixiante esta necesidad de ti.
Intoxicada tengo la vida por no tenerte.
Victor Abiad:
Suele pasar , muchas veces los pensamientos se pierden en esa espiral interminable
Interesante talento. Saludos