Mi tercer trabajo, buhonero de ferias...

Los trabajos que he venido haciendo desde hace años para mí son una experiencia de vida y me siento feliz porque he aprendido mucho de cada uno de ellos.

Otro de mis trabajos fue trabajar de buhonero en la feria de La Chinita en Maracaibo, estado Zulia. Trabajaba 17 horas corridas de 11:00am hasta 4:30am del día siguiente. Vendía fantasía, plata, oro y juguetes; era un trabajo explotador por 8 días que es la duración de la feria. El agotamiento no me detuvo seguí trabajando ya que en ese intensivo la ganancia era muy buena y así podía ayudar a mi querida madre, ella era mi única y gran motivación era la luz de mis ojos, mi todo la amaba y la sigo amando porque aunque no está presente, ella está en mi corazón y me siento muy orgulloso de ser su hijo. Siempre estuvo allí enseñándome las cosas buenas de la vida.

Feria de la Chinita, Maracaibo, estado Zulia. Fuente

Cuando me fui a Maracaibo ella sufrió mucho porque no quería que nada malo me sucediera. Solo tenía 15 años y en ese tiempo no existían teléfonos celulares de fácil acceso parar comunicarnos. Cuando regrese de mi viaje la encontré sentada en la acera de mi casa, me vio llegar lloró y llore de alegría, nos dimos un abrazo muy fuerte y me decía “mi chiquitico llego, te amo hijo de mi corazón” yo también le dije “te amo mama eres la mejor madre del mundo y no te cambiaría por nada ni nadie en este mundo”. Me pregunto cómo me había ido, le dije que había sido una experiencia muy interesante. Le conté todo lo que había vivido y las cosas que había visto, entre ellas el hombre más gordo del mundo, el más alto y el más pequeño quien paradójicamente era el jefe de todos los antes mencionados, era un hombre con problemas de crecimiento con muy mal carácter y fuertemente armado, afortunadamente le caí bien y me trataba de buena manera, incluso le gustaba mi compañía. Vi muchísimos artistas en vivo; y hasta una novia conseguí, estaba dispuesto a traerla a mi casa y ese era el acuerdo, pero ella me embaucó y desapareció el último día de la feria. Hice amistades, me robaron mercancía de la que yo vendía, viví y aprendí un sinfín de cosas.

Dure 15 días en casa y luego salí nuevamente de viaje a las ferias de Coro donde ya tenía más experiencias en la vida de ferias, ya no me robaron más; después fuimos a Maracay, puerto Ayacucho desde donde tuve la experiencia de atravesar el rio Orinoco en chalana y Caripito estado Amazonas. Ese fue mi último destino y hay término mi viaje, anhelaba llegar a mi casa y no quise estar más lejos de mi madre. Me fui a casa y dedique largo tiempo a descansar, a mi madre adorada y una sobrina que amo como si fuese mi hija; me sentía muy bien y descanse suficiente porque la remuneración de ese largo esfuerzo de trabajo de feria me permitió un buen período de tranquilidad y holgura económica en casa.

Chalana para cruzar el Rio Orinoco. Fuente