Para comunicar un mensaje visual, de buena manera, debes partir de un concepto, este puede surgir de una historia o una idea, que se complemente de una investigación. Lo cual da paso, a todos los elementos, que componen la pieza, es decir... Tipografía, aplicación cromática, uso de formas y disposición de los mismos.

Esto se debe, a que cada elemento dispuesto en la pieza gráfica tiene un motivo o connota algo y por lo tanto produce una reacción especifica, en las personas que reciben el mensaje. Lo cual a su vez, va sujeto a distintos parámetros que son parte del proceso creativo, para ello, al comienzo de todo este proceso, se hace una investigación, donde se analiza al emisor, es decir a la persona o empresa que quiere dar a conocer su marca, producto o servicio, donde se investigan sus atributos y características relevantes, como su propuesta de valor o propuesta única de venta, que permite comunicar de manera efectiva lo que se hace y destacar entre la competencia. Luego se hace una investigación del receptor, que en este caso es el consumidor, esa persona que recibe el mensaje o servicio, para ello se analizan ciertas cosas, como el lugar donde vive, su cultura e idioma, entre otras características que pueden ayudar a crear una idea más clara de lo que se necesita.

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Una vez que ya se tiene toda la información, se junta y se analiza de tal manera que de paso a las primeras ideas, para ir creando, un concepto. En esta etapa se puede comenzar a crear algunos bocetos, pero no precisamente es el final de la investigación, ya que se podría buscar referencias y otros datos que complementen. Finalmente, cuando ya se tiene una investigación exhaustiva, podemos escoger los elementos más acordes al caso requerido. Por ejemplo, si vas a diseñar algunas piezas, debes tomar en cuenta el lugar y su cultura, ya que la aplicación cromática puede tener una connotación distinta en cada cultura, igualmente según el público al que te vas a dirigir podría variar la tipografía, la distribución de los elementos y así sucesivamente otras características que son parte de cada público al que vas a dirigir tu mensaje y que te permitan dar con un concepto justificado para crear unas piezas, que sean atractivas a la vista del público y a su vez funcionales.

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Por lo tanto, podemos decir, que lo ideal a la hora de crear algún diseño, es partir de un concepto, ya que este nos mantendrá bajo ciertos parámetros, que lograran un equilibrio visual, a su vez lograremos comunicar el mensaje de una manera efectiva, si hacemos una correcta investigación, de nuestro público objetivo y sobre como podemos cumplir sus necesidades con respecto a nuestros servicios.