Sé que ya está viejo este post, pero lo acabo de encontrar y me sacó un par de lagrimitas. Vaya que a veces somos demasiado egoístas incluso en la abundancia. Aunque no siempre las personas son como el señor de generosos y agradecidos.
Pero los animalitos sí que lo son. Ellos sí se merecen todo. Por eso ellos siempre van al cielo, sin preguntas.