VIKTOR, una historia que hice hace un tiempo.
Este es el primer capítulo de una historia que inventé hace unos 2 años cuando no tenía nada mejor que hacer , diganme que le s parece :p
La escucho… puedo escucharla llamándome… una tenue y asustada voz pidiendo que despierte, todo está oscuro, no veo absolutamente nada, mi corazón late muy fuerte e intento abrir mis ojos, pero no lo consigo, poco a poco la voz se desvanece y permanezco en la oscuridad...
Me desperté luego de un repetitivo sueño, era una brillante mañana de primavera y el sol se asomaba en las montañas, me levanté muy temprano como de costumbre y fui a buscar el desayuno, me tomó un par de horas, pero conseguí matar a 3 conejos y recolecté algunas vallas. Luego del desayuno comencé a practicar el estilo con la espada de mi familia, y como todos los días lo hacía con mi abuelo, pero por alguna razón el entrenamiento terminó temprano, y mi abuelo me dijo algo que jamás me había dicho.
—Estoy algo cansado, dejemos el entrenamiento hasta aquí por hoy.
Lo cual me dejó muy desconcertado, pues mi abuelo siempre fue estricto conmigo para que entrenara hasta que mi cuerpo no respondiera, lo cual me hizo pensar que a su edad era difícil mantener el mismo nivel de rigurosidad, así que con un tono bromista le respondí.
— ¡Ya estás viejo abuelo!, deberías aceptar que ya no puedes seguirme el ritmo, a tu edad es algo comprensible.
— Mocoso, ¿con quién crees que hablas? estoy algo viejo, pero ya quisieras llegar a mi edad siendo igual de fuerte que yo. Dijo con una gran carcajada y con el amable rostro de siempre.
— Ahora déjate de chistes y ve a darte un baño, en unas horas tendremos visitas.
— ¿Visitas?, ¿y quién vendría a visitar a un viejo tan amargado como tú abuelo?, le dije entre risas.
A lo que respondió de forma seria. — Te dije que dejaras ya los chistes, los invitados no vienen por mí, vienen a verte a ti.
— ¿A mí?
— Si, a ti, hace dos semanas envié una carta a un viejo amigo mío que está a cargo de reclutar a los soldados de nuevo ingreso en la capital y dijo que hoy vendría para ver de qué estas hecho.
— ¿Soldados de nuevo ingreso? ¡oh!, ¿¡te refieres al de la guardia real!?
— Exactamente, ya estás por cumplir 17 años, a tu edad es un desperdicio seguir en este condenado pueblo, te enviaré allá para que puedas conseguir una vida mejor.
Esas palabras me hicieron sentir algo mal, porque mis abuelos hicieron todo lo que pudieron para criarme luego de la implacable guerra que había ocurrido diez años antes, debido a eso, éste y muchos otros pueblos quedaron en la ruina, los recursos eran escasos y la población muy vieja, solo unos pocos jóvenes quedábamos en el pueblo.
— ¿De qué hablas viejo?, ¿mejor vida? no suenas como tú, sabes que para mí no hay nada mejor que estar con ustedes. A lo que respondió con un tono bromista.
— ¿Ahora eres amable?, y soy yo el que no suena como normalmente lo haría ¿no?
Entre risas le digo. — Bueno, no negaré que estoy emocionado por lo que me acabas de decir, ¿eso significa que estaré a cargo de la seguridad del rey?
— ¿Estás loco? sólo porque serví como guardia real en mi juventud no quiere decir que aún conserve tales influencias, con suerte ingresarás como guardia del castillo, lo demás dependerá completamente de ti.
— ¿Uno de los guardias del castillo? ¡Vamos viejo, eso es aburrido!
— ¡Mocoso mal agradecido!, deberías de callarte y aceptar, cuando yo tenía tu edad lo único que hacía era arrear ganado y recolectar toda una cosecha, tanta guerra fue lo que hizo que me reclutaran para pelear, y con mucho esfuerzo llegué a ser parte de la guardia real.
Viendo la determinación con la que mi abuelo me dijo todo eso, me decidí a tomar muy enserio lo de ser guardia del castillo, más sin embargo yo sabía que podía llegar allí con un mejor cargo, mi habilidad con la espada era excelente, puesto que, no en vano llevaba diez años entrenando con mi abuelo.
— Está bien viejo, no te preocupes, haré lo que me pides, además, no es como si no pudiera conseguir algo mejor luego.
— Pero que mocoso tan engreído… en fin, ya ve a bañarte, debe estar por llegar.
Luego de esa charla, me fui a bañar, y mientras lo hacía escuché que alguien había llegado, supuse que era quién me evaluaría, y de hecho si lo era, pero no vino solo, como fue una petición de mi abuelo el hombre que me evaluaría tomó un pequeño desvío de su ruta original hacia el castillo para venir y evaluarme, estaba en una misión de escolta, su trabajo era llevar a una niña hasta el castillo, la presentó como su ahijada, se veía de unos 13 o 14 años, aunque no lo dijo como algo importante, parecía que sí lo era, pues no por nada llevaba escolta, sin darle más importancia, me presenté ante el hombre con mucha educación.
— Mucho gusto, mi nombre es Viktor Azlor, bienvenido a nuestro humilde hogar, es todo un placer.
— El placer es todo mío muchacho, mi nombre es Russeaov Duhart, pero mis amigos me llaman Ruth, soy un viejo amigo de tu abuelo.
— Sí, mi abuelo me habló muy bien de usted.
El hombre, un tanto más joven que mi abuelo me estuvo viendo por mucho tiempo mientras me presentaba, lo cual me pareció un poco extraño, pero sin darle más importancia a eso escuché con mucha atención.
— Pues bien, supongo que ya estás al tanto de la razón de mi visita ¿no es así?
— Por supuesto, estoy listo para que me evalúe.
— Oh… ¿estás muy confiado no?
Cuando dijo eso no pude contenerme más y me reí un poco, luego de eso lo provoqué un poco más.
— ¿Tu qué crees Ruth?
— ¡Vaya!, parece que alguien ya ha entrado en confianza, pues bien ¿a qué esperamos?, vamos a un lugar más abierto, uno donde pueda evaluar tus habilidades.
— ¡Me parece perfecto!
Después de que dije todo eso, volteo a ver a mi abuelo quien estaba demasiado tranquilo, y extrañamente no me estaba mirando mal por haberle hablado así a su amigo, luego, nos fuimos hasta el maizal en la parte trasera de la casa.
— De acuerdo muchacho, ahora que estamos aquí ¡Ven!, y muéstrame qué es lo que tienes para mí.
— Por mí no hay problema. ¡No crea que voy a contenerme solo porque tiene unos cuantos años encima!
Gritando todo eso me abalancé muy confiado con mi espada sobre él, y sin darme cuenta… lo perdí de vista. No podía creer que en tan solo un segundo un viejo como él desapareciera sin que pudiera verlo, lo siguiente que supe fue que me había golpeado con una ridícula fuerza hasta el otro lado del maizal… Ahora entendía el por qué mi abuelo estaba tan calmado, él sabía muy bien que este sujeto era muy fuerte y que iba a darme una paliza por estar tan confiado. Rápidamente me levanté y tomé una postura completamente defensiva a la espera de su siguiente golpe. Nuevamente desaparece, pero esta vez pude ver en la dirección en la que va y logré contrarrestar su golpe.
— ¡Nada mal niño! ¡continúa así y puede que te vaya bien en la capital!
— ¡Cierra la boca anciano!
Después de decirme eso en tono de burla, logro zafarme, pero aun así continúa presionándome demasiado, quería demostrar lo fuerte que era, pero solo estaba quedando en ridículo, empuñé con mucha fuerza mi espada para golpear la suya y dejarlo sin balance, pero leyó completamente mis intenciones y me esquivó. Yo, al fallar semejante golpe, quedo sin equilibrio y sin poder retroceder, él aprovecha eso y me golpea con tanta fuerza en el estómago que me deja sin aliento y caigo al piso sin oponer resistencia alguna. Luego de eso quedé inconsciente por un momento, cuando abrí los ojos estaba recostado en el suelo y a mi lado estaban mis abuelos, Russeaov y su ahijada esperando a que despertara, antes de que pudiera hablar, Russeaov me dijo algo que, de no haberme precipitado a provocarlo, me habría ahorrado la paliza.
— Ahora que tu ego quedó aplastado, te diré que no vine a evaluar tu técnica de combate, en realidad me importa muy poco eso, he venido a verificar tu determinación a la hora de pelear, en palabras más cortas, vine a ver si no eras un cobarde.
— ¿eh…? Con una cara totalmente extrañada, solo eso pude decir luego de que me dijera tal cosa.
— Vamos no pongas esa cara, esa es la verdad, tu técnica es buena, pero necesitas perfeccionarla, y yo puedo ayudarte a hacer eso, tu abuelo es un excelente maestro, lo sé porque una vez me enseñó a mí.
Luego de enterarme de eso, solo me sorprendió un poco, porque ya había notado algo familiar en su manera de luchar.
— Pues bien, ya con todo esto en claro, debo decirte que aprobaste, escribiré tu nombre en una lista, para que vayas a la capital a hacer la prueba de resistencia física, muy seguramente la pasarás así que espero verte allá y que entrenes conmigo.
— ¿De verdad?
— ¡Claro! ¿Por qué habría de mentirte?, tan solo dirígete cuanto antes a el fuerte de batalla cuatro ubicado en la capital, allí se estarán haciendo las pruebas de resistencia física.
— ¡De acuerdo Russeaov! Allí estaré.
Después de eso, mi abuelo se acercó a nosotros y me miraba con una cara de satisfacción, muy seguramente por la paliza que Russeaov me había dado, luego cruzó algunas palabras con él. Al cabo de un rato el viejo Russeaov se despide de nosotros junto a su ahijada para continuar con su misión, pero justo antes de que se fuera, se me ocurrió, lo que para mí en ese momento fue una brillante idea.
— ¡Russeaov espere!
— ¿Qué ocurre muchacho?
— La verdad es que, no quisiera irme de aquí solo, y me parece algo injusto que solo yo lo haga, la vedad es que tengo un par de amigos, cuyas habilidades de combate y actitud son casi tan buenas como las mías.
— ¿Unos amigos?, la verdad es que ya no tengo más tiempo que perder, y no puedo evaluarlos ahora, lo siento, pero deberán esperar hasta que pueda venir en unas dos o tres semanas.
— No Russeaov, confíe en mí por favor, tan solo escriba sus nombres también, ellos son casi tan buenos como yo, sus nombres son Aldith Wolf y Didacus Wadlow.
Luego de mucha insistencia, logré convencerlo de que pusiera sus nombres en la lista también.
— De acuerdo muchacho, tu ganas, ya no puedo seguir perdiendo tiempo, anotaré sus nombres confiando en ti, no me decepciones.
Ya anocheciendo, Russeaov se despidió por última vez, y subió a su ahijada al carruaje, tomó las riendas de los caballos y se fueron rumbo a la capital. Después de que se fueron mi abuelo me miró con una cara muy molesta, pues porque él sabía que le había mentido a Russeaov, ya que Aldith era una niña que apenas sabía defenderse y Didacus a pesar de tener mi edad, no era muy bueno usando una espada, me sermoneó por haberle mentido, pero al final me dejó tranquilo porque se dio cuenta de que lo hacía con la intención de sacar a mis amigos del pueblo también, solo tenía dos razones por las que le mentí a Russeaov, la primera; por simple capricho, no quería ir solo todo el camino hasta la capital pues era un viaje de unos tres días, y la segunda; al ser los únicos jóvenes del pueblo, me pareció buena idea ayudarlos a ellos también.
— Esta vez lo pasaré por alto Viktor, pero que no se te haga costumbre, será tu responsabilidad el cuidar de tus amigos durante todo el camino a la capital.
A lo que respondí fanfarroneando un poco.
— Por supuesto abuelo, no les quitaré la vista de encima.
Al final llegó la noche y fuimos a cenar, discutimos un poco sobre la mejor forma de irme a la capital con mis amigos, puesto que hay alrededor de cuatro caminos que llevan hasta allí, todos son caminos peligrosos llenos de orcos, feas criaturas abandonadas por una bruja en el bosque hace muchos siglos, y por ende decidimos que debía irme con ellos por el camino del norte, ya que siempre ha sido el camino con mayor vigilancia. Terminada la charla y la toma de decisiones ya bastante de noche, me despedí de mis abuelos y me fui a dormir para darles en la mañana la sorpresa a Aldith y a Didacus.
Ya en la mañana me levanté mucho más temprano que de costumbre, con la intención de ir a avisarles a mis amigos, tomé un baño rápido y me dirigí primero a casa de Didacus, el cual aún estaba durmiendo y me recibió su madre, la cual estuvo encantada con la noticia que le di y me dejó ir a despertarlo.
— ¡Didacus enano miserable levántate!
— ¿! eh!? ¿¡que, qué pasa!? ¿Viktor? ¡desgraciado! ¿¡qué demonios pasa contigo!?
Sin contenerme, solté una gran carcajada al verlo despertar de esa forma, y entre risas le dije lo que haríamos.
— ¿Y bien, quieres ir o no?
— ¿Pues ya estás aquí no?, además, si te dijera que no igual vas a molestarme hasta que acepte, así que supongo que no tengo opción.
— ¡Esa es la actitud! Ahora vístete y acompáñame a casa de Aldith, también la llevaremos con nosotros.
Rápidamente nos fuimos hasta la casa de Aldith, la cual estaba al lado, y quien ya llevaba rato despierta pues siempre ayuda a su madre a buscar agua en el río, le expliqué a ella y a su madre, lo que haríamos, y aunque con dudas por la corta edad de su hija, quién solo tenía trece años, su madre aceptó, y Aldith muy feliz por la noticia comenzó a empacar.
— ¡Bien! Así se hace Aldith, con mucho ánimo, tú también deberías empezar a empacar Didacus, partiremos mañana en la mañana en la vieja carreta de mi abuelo.
— De acuerdo, iré empacando, nos vemos luego Viktor, adiós Aldith.
— Está bien, adiós Didacus, recuerda empacar tu espada también.
— ¡Adiós Didacus!
Después de que Didacus se fue, me despedí de Aldith y le dije que empacara algunas cosas para que se distrajera en el camino, me fui a mi casa de nuevo a entrenar un poco con mi abuelo por última vez antes de irme. Para mi sorpresa mi abuelo no quería entrenar, pues decidió solo descansar, me pareció extraño, pero de cierto modo lo entendía, ya que aunque no lo aceptara, estaba preocupado por nosotros, así que lo dejé tranquilo y fuimos a desayunar.
Rápidamente cayó la noche y empecé a empacar todo lo necesario, ya mi abuelo se había encargado de los suministros para el viaje, además de que me dio un poco de oro que llevaba un tiempo ahorrando para que nos hospedáramos en la capital. Ya al día siguiente Didacus y Aldith llegaron temprano junto a sus madres, mi abuelo ya tenía preparada la carreta y los caballos, solo nos quedaba subirnos a ella e irnos, me despedí con un abrazo de mis abuelos, y me subí a la carreta junto a Didacus quien tomó las riendas de los caballos, pues yo no soy bueno con los animales, Aldith ya se había despedido de su madre y se subió a la carreta, luego de eso empezó nuestro viaje, el cual sin saberlo, nos daría una sorpresa.
Es una historia bastante inmadura, pero cuando la hice me gustó XD