Tus palabras me transportaron a esas tardes en el Paraiso cuando salía del colegio a encontrarme con un mundo enigmático y desconocido: entre sonrisas tímidas y gestos torpes se formaba aquel silencio que llamabamos amor; piel fresca, ligereza de pies y errores inocentes.
Otra fantansía adolescente perdida en el tiempo.
Disfruté mucho la lectura. Saludos.
¡Amé tu comentario! Y me contenta muchísimo que te haya gustado mi escrito. Espero verte más seguido por acá, un beso.